Valencia
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"En la práctica, yo creo que en 20 años no se ha ejecutado ninguna obra hidráulica de protección más o menos importante". Así de rotundo se pronunció el pasado jueves Federico Bonet, ex director técnico de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Respondió con esta contundencia en el foro Análisis de la Reconstrucción tras la DANA de EL ESPAÑOL. Lo hizo ante una pregunta muy concreta. ¿Por qué los políticos no ejecutan las obras hidráulicas ideadas por los ingenieros para proteger a la población de las inundaciones?

"Lo que ha ocurrido, podemos decir casi desde hace unos 20 años, es que ha habido una corriente de opinión, no solo en el Ministerio (para la Transición Ecológica) sino también en la sociedad, de que este tipo de obras hidráulicas de hormigón, de defensa, las presas y demás, es algo antiguo, algo que no hay que hacer", lamentó el ingeniero de caminos, canales y puertos.

A juicio de Bonet, claro que "hay que adoptar soluciones basadas en la naturaleza". Pero "cada problema tiene su solución adecuada". "Hay situaciones en las que, necesariamente, si queremos protegernos, hemos de recurrir a las obras hidráulicas clásicas que podíamos llamar duras", aseveró.

"Esa corriente de opinión yo creo que se ha instalado bastante, por supuesto también en el ministerio, y eso ha hecho que, en la práctica, yo creo que en 20 años no se ha ejecutado ninguna obra hidráulica de protección más o menos importante", zanjó al respecto.

Bonet se refirió así a la desinversión que sufrió la cuenca del Poyo, cuyos siete proyectos para encauzar, laminar y desviar el agua fueron aprobados en 2011, pero jamás ejecutados por el Gobierno de España. Ni por José Luis Rodríguez Zapatero, ni por Mariano Rajoy ni por Pedro Sánchez.

En el último caso, con la agravante de que el Ministerio para la Transición Ecológica de Teresa Ribera, que en 2011 rubricó como secretaria de Estado la declaración de impacto ambiental positiva para las actuaciones en el Poyo, descartó las mismas una década más tarde, en 2021, ya con ella de ministra.

Aquel año, justo tres antes de la tragedia del 29 de octubre de 2024, se produjo la "paralización de proyectos y obras por falta de disponibilidad presupuestaria y problemas ambientales", según reveló la propia CHJ en una presentación.

"Tres inundaciones"

En Les Corts Valencianes, donde Federico Bonet compareció en la comisión de investigación de la dana, el exdirigente de la CHJ subrayó que "hubo en realidad tres inundaciones diferentes el día de la dana, en tres cauces distintos: en el Turia, en el Magro, y en el Poyo".

"En el Turia estaba el Plan Sur". "En el Magro estaba el embalse de Forata". Pero "en el barranco del Poyo no había ninguna actuación, y ya sabemos cuál fue el resultado", comparó. "Las obras hidráulicas nos protegen", recalcó.

En efecto, como detalló este periódico, el 86,5% de las muertes cuyo lugar de defunción fue acreditado por el Centro de Integración de Datos (CID) se produjeron por el desbordamiento de la cuenca del Poyo (192), frente al 7,7% del Magro (17) y el 5,8% del Turia (13).

Bonet destacó durante su intervención en el foro de EL ESPAÑOL que "la CHJ no tiene recursos propios para abordar esas grandes obras de infraestructura". "Es el ministerio el que las dota. Se dotan en los presupuestos generales del Estado. Y si no están en los presupuestos, no tienen dotación", explicó.