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Vivir con tranquilidad y rodeado de naturaleza, en Valencia, es posible. Y sin necesidad de contar con una gran cantidad de dinero. ¿Dónde? En Gátova (que no Yátova).

Se trata de un municipio situado a 35 kilómetros en coche de la capital valenciana. Y no está ubicado en cualquier montaña, sino en el Parque Natural de la Sierra Calderona.  

Allí, sus 430 habitantes tienen los brazos abiertos ante cualquier persona que decida mudarse al municipio. Además, a muy buen precio, ya que se ofertan casas desde 20.000 euros

Es un pueblo de interior, y limita con otras poblaciones como Marines, Olocau y Serra, además de los municipios castellonenses de Segorbe y Altura.

Por su proximidad con otros núcleos urbanos más grandes, como la propia Valencia, Gátova es un lugar ideal para vivir cerca de la ciudad pero sin experimentar su ritmo frenético de manera constante.

Y por un buen precio. En Gátova se ofertan casas desde 20.000 euros, un precio más que asequible. Eso sí, es cierto que estas viviendas, generalmente casas de pueblo, necesitan una reforma para poder entrar a vivir en ellas. 

También es cierto que estos inmuebles tienen más de 100 metros cuadrados, algo que en cualquier gran ciudad como Valencia es imposible encontrar por tan poco dinero. 

Conforme se va incrementando el precio, las viviendas a la venta están en mejor estado. A partir de los 50.000 euros existen algunas opciones donde no se requiere una gran reforma para poder habitar el inmueble.

Estos bajos precios, unido a la cercanía con núcleos urbanos como Segorbe y Valencia, hacen de Gátova un pueblo ideal para residir allí pero trabajar en la ciudad. Esta práctica es cada vez más habitual.

Incluso sorprende que la vivienda más cara que está a la venta en el portal Idealista sea por 200.000 euros. Es cierto que se trata de un precio elevado, pero en comparación con lo que cuesta una casa con estas características en cualquier barrio de Valencia, puede valer la pena. 

Se trata de un chalet independiente de casi 200 metros cuadrados, 183 concretamente. La parcela es de 450 metros cuadrados, por lo que contiene un gran terreno a modo de jardín.

Tiene cuatro habitaciones, dos baños, terraza y garaje. Es un todo incluido para vivir cerca de una gran ciudad pero aislado y con tranquilidad. 

Viviendo en Gátova también se consigue un equilibrio entre el ritmo frenético del día a día y la paz al regresar a casa, pudiendo dar un agradable paseo rodeado de naturaleza o ver un bonito atardecer. 

Además, el paisaje de Gátova es excepcional. Verde, pero con construcciones tradicionales como aljibes, corrales y molinos de viento. Esto, sumado a su rico patrimonio, hace que sea un pueblo ideal para vivir con tranquilidad. 

Destacan las fuentes del Vallejo, del Tormo, de la Ceja y de Iranzo, todas ellas situadas a pocos minutos del centro urbano y perfectas para acceder dando un paseo. 

En el interior del pueblo, la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles es algo imprescindible para visitar. Empezó a construirse en 1713 y todavía hoy en día se continúa utilizando.