Valencia

Se acerca el Día de Todos los Santos, jornada en la que los cementerios se llenan de personas que desean rendir un homenaje a sus seres queridos. En un día festivo como este, la tradicional visita a los camposantos puede ser la excusa perfecta para hacer turismo, y es que hay cementerios que son una verdadera obra de arte.

El Cementerio General de Valencia fue elegido en el año 2022 por la revista Adiós Cultural, editada por Funespaña, como mejor cementerio de España. 

Con más de 200 años de historia, constituye un conjunto arquitectónico de gran valor paisajístico, artístico y cultural. En sus secciones se encuentran panteones construidos por arquitectos locales importantes y esculturas de célebres artistas valencianos, según se recoge en El Museo del Silencio, un proyecto multiplataforma que propone diferentes recorridos culturales por el Cementerio General de Valencia.

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El panteón de la familia Moroder en el cementerio de Valencia. Museo del Silencio

Destacan el panteón con forma piramidal perteneciente a la familia Llovera, la Cruz del Cólera y el panteón familiar de los Moróder, obra del escultor Mariano Benlliure, en el que un ángel invita a pasar a la cripta. 

Además, en el cementerio municipal pueden visitarse las tumbas de los valencianos más ilustres. Allí yace el escritor Vicente Blasco Ibáñez, tras una sencilla lápida en la que puede leerse "quiero descansar en el más modesto de los cementerios valencianos".

Lápida de Blasco Ibáñez. Museo del silencio

También descansan en este camposanto el pintor valenciano Joaquín Sorolla, en un féretro de piedra con su apellido rodeado de hojas de laurel, y el famoso cantante Nino Bravo. Aunque solo los más seguidores del artista podrían encontrar su lápida, ya que los familiares se vieron obligados a inscribir únicamente su nombre de pila. Los fans arrancaron las letras de Nino Bravo.

Historia del cementerio

El Cementerio General de Valencia nació hace más de 200 años, tras la prohibición de situar los cementerios de cada parroquia en el casco urbano de la ciudad. En 1805 comenzaron las obras, dirigidas por los arquitectos Cristóbal Sales y Manuel Blasco, que duraron dos años hasta que en 1807 se inauguró.

Inicialmente, según fuentes municipales, era un rectángulo de unos 3.200 metros cuadrados, con una capilla central. El primer panteón data de 1851 y rápidamente se generalizó su uso entre las familias poderosas, de modo que hoy es uno de los cementerios que más panteones posee.

Desde entonces se llevaron a cabo sucesivas ampliaciones, entre las que destaca en 1880 la construcción del denominado Patio de las Columnas, con 170 columnas dóricas. 

El Patio de las Columnas del cementerio. El Museo del Silencio

En el centro de este patio se levantó en la Cruz del Cólera, en memoria a los miles de fallecidos por la epidemia en la ciudad. Esta sección fue determinante para que el cementerio se alzara con el premio, ya que "constituye un conjunto arquitectónico único de gran interés, sin precedentes en el contexto valenciano", según destacaron desde la revista.  

Además, explicaron que la escultura grupal en la que se observa como varios difuntos se aprestan a salir de la tumba para ser juzgados al son de la trompeta tocada por el ángel apocalíptico es una de las más valoradas por los visitantes. 

Concurso año 2023

Los organizadores del concurso están en pleno proceso de búsqueda de los nuevos cementerios considerados los más bonitos del país. En esta edición, Valencia compite en la sección mejor monumento, con el conjunto arquitectónico formado por el Patio de las Columnas y en la sección de actividad pública, por la ruta Museo del Silencio.

Se trata de una ruta organizada por el Ayuntamiento de Valencia, para mostrar al público general la historia del cementerio y su gran valor artístico.

Desde el año 2008, el investigador, bibliófilo y documentalista Rafael Solaz explica este lugar desconocido para muchos valencianos, pero que está lleno de arte e historia.

Simbología en el cementerio general de Valencia. Museo del Silencio

El objetivo de este curioso certamen es, según los organizadores, "reconocer el interés histórico, social, medioambiental, artístico y patrimonial de los cementerios de España" y "reivindicarlos como lugares llenos de recuerdos".

También persigue "concienciar a la ciudadanía del importante patrimonio que albergan estos recintos y desdramatizar el concepto de la muerte como parte del ciclo de la vida".

El concurso tiene cuatro categorías: mejor cementerio, mejor monumento, mejor iniciativa medioambiental y mejor actividad pública.

Ángel del silencio en el cementerio de Valencia. Museo del Silencio