Valencia
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José Manuel Cuenca, el jefe de gabinete del presidente de la Generalitat en funciones, Carlos Mazón, ha asegurado este lunes en la comisión de investigación de la dana del Congreso de los Diputados que "nadie" le "reclamó la presencia del president en ningún sitio" la tarde del 29 de octubre de 2024.

Un argumento sobre el que ha insistido en numerosas ocasiones a lo largo de su intervención y en respuesta a varias preguntas de los diputados de la oposición, que han cuestionado el papel que jugó la tarde de la riada como jefe de gabinete.

La diputada de Compromís, Àgueda Micó, y el de EH Bildu, Mikel Otero, han cuestionado cómo "no cogió de las orejas" al president de la Generalitat de "donde estuviera" -dado que ha reiterado en diversas ocasiones que él sí sabía dónde estaba el jefe del Consell y que este estuvo "localizado" en todo momento- para llevarlo al Cecopi ante el nivel de emergencia decretado.

Asimismo, le han cuestionado por qué pidió a la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, investigada en la causa judicial de la dana, que no molestara a Mazón a partir de las 14:00 de la tarde. Una advertencia por la que le han acusado de ejercer de "cortafuegos" aquel día cuando "en realidad tendría que haber trasladado la información", le ha dicho Otero.

Cuenca ha explicado, en este sentido, que a él "nadie" le "llegó a reclamar nunca la presencia del presidente", pero que el jefe del Consell en funciones no estuvo "ilocalizable en ningún momento".

En cualquier caso, ha asegurado que no recordaba haberle dicho tal cosa a Pradas. "No lo recuerdo, pero si se lo dije no me parecería extraño porque aquella mañana el president tenía un acto primero en la Conselleria de Sanidad a la 13:00 y luego alrededor de las 14:00 otro acto con los sindicatos y no le iba a poder atender", ha afirmado.

El jefe de gabinete de Mazón ha asegurado que entre un acto y otro informó al presidente de que había hablado con Pradas sobre la situación en Utiel y éste, Mazón, quedó a la espera de que acabara el Cecopi para tratar de desplazarse al municipio. Un Cecopi que pensó que sería de actualización y rápido.

Las agencias estatales

Cuenca también ha aprovechado la ocasión para defender que "las obras salvan vidas" y que hacía "propias" las palabras del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, quien al ir a declarar en calidad de testigo al juzgado de Catarroja aseguró que de haber sabido la que venía hubiera actuado de otra forma.

"Si hubiéramos sabido lo que al final ocurrió habríamos actuado de otra manera. Pero nadie lo sabía", ha añadido el secretario autonómico del Gabinete del president tras subrayar que también el jefe de Aemet, José Ángel Núñez, ahondó en esta idea ante la jueza.

"La mala fe o la negligencia parece que solo se le quiere imputar a la Generalitat Valenciana, pero es que también estaba la Administración General del Estado en aquel órgano", ha dicho en relación al Cecopi que se celebró a partir de las 17:00 de la tarde el día de la dana.

Asimismo, ha asegurado que en ningún momento supo "que se estaba enviando un Es-Alert" a la población. Y ha insistido en la idea de que lo que demandan los valencianos es "seguridad" y sistemas de vigilancia de cauces como los que tiene el Ebro.

El jefe de gabinete, además, ha reconocido que fue él quien le sugirió la comida con la periodista Maribel Vilaplana con la intención de ofrecerle la dirección general de la radiotelevisión pública valenciana, À Punt, "como ya hizo con otros dos o tres candidatos".