Alicante
Publicada

La exconsellera de Justicia e Interior de la Generalitat, Salomé Pradas Ten (Castellón, 1978), rompe su silencio en una esperada entrevista en Salvados (La Sexta) que se emitirá este domingo.

En el adelanto difundido por la cadena, Pradas ofrece su versión sobre su actuación durante la dana y asegura que ha llegado el momento de hablar porque está "harta de que la gente hable de ella de forma injusta".

Según el avance del programa, Pradas sostiene que el día del episodio de lluvias torrenciales recibió instrucciones directas para no contactar con el president Carlos Mazón.

"El día de la Dana recibí órdenes expresas para no molestar a Mazón", afirma. La exconsellera concreta que esas indicaciones le llegaron sobre las dos de la tarde y procedían "directamente del jefe de gabinete del president".

Pese a ello, Pradas asegura que decidió desobedecer. Explica que, por un criterio de "responsabilidad", optó por saltarse la instrucción que le obligaba a comunicarse únicamente a través del jefe de gabinete.

Según su relato, a las 16:30 horas llamó personalmente al jefe del Consell para trasladarle la "gravísima situación" que se estaba viviendo en Utiel.

La exconsellera defiende que actuó como consideraba necesario. "El presidente de la Generalitat debía conocer lo que estaba sucediendo en una comarca del territorio", argumenta.

Y añade que su forma de ser influyó en su decisión: "Yo soy así, o sea, a veces soy un tanto inconformista con lo que me plantean y yo directamente llamo al presidente".

Pradas también aborda en la entrevista la imagen pública que se ha construido sobre su gestión durante la emergencia.

Rechaza tajantemente las críticas vertidas en las últimas semanas y sostiene que no se corresponden con la realidad. "Esa imagen que se ha dado mía, de ignorante, de pasiva o de caótica creo que es absolutamente injusta", lamenta.

Concluye asegurando que quienes la conocen saben que, aquel día, hizo "todo lo posible por ayudar".

La exconsellera añade en la entrevista que las órdenes de no molestar al entonces president Carlos Mazón le llegaron en un momento especialmente crítico. Recuerda que aquella jornada, que terminó con 229 víctimas mortales, exigía la máxima coordinación institucional.

La exconsellera apunta también que, en ese preciso momento, Mazón se encontraba en el restaurante El Ventorro, donde comía acompañado por la periodista Maribel Vilaplana, un dato que añade para ilustrar la desconexión que, a su juicio, existía entre la gravedad de la situación y la actividad del president durante la emergencia.