Valencia
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El Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja ha certificado de forma oficial este miércoles que Maribel Vilaplana, la periodista que comió con Carlos Mazón el día de la dana, abandonó el parking en el que estacionó su vehículo a las 19:51 horas.

Vilaplana entró en el aparcamiento a las 14:38 horas y pagó en el cajero de este establecimiento a las 19:48 horas.

La letrada de la Administración de Justicia de este juzgado, en un documento al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, deja constancia de las referidas horas tras cruzar la información remitida por la mercantil propietaria del aparcamiento y el número de la tarjeta de crédito y la matrícula del coche de Vilaplana.

La periodista declaró el pasado 3 de noviembre como testigo en los juzgados de Catarroja y afirmó que el president no sabía lo que estaba sucediendo y que tampoco percibió ninguna prisa en él cuando le acompañó al aparcamiento, sobre las 18:45 horas.

El dueño del restaurante testificó el pasado viernes que Mazón y Vilaplana salieron entre las 18:30 y las 19 horas del local y que les acompañó hasta la puerta, por donde salieron solos, sin que pudiese ver ningún servicio de escolta.

Además, según la información de la salida de Vilaplana del parking, Mazón apenas estuvo unos minutos en el Palau de la Generalitat la tarde de la trágica dana de Valencia, tal y como publicó este diario.

Esto sucedió a las 19:51 horas. Y según dijo ella misma en su declaración como testigo ante la jueza Nuria Ruiz Tobarra que investiga la gestión de la dana, tardó "10-15 minutos" desde que se despidió del president hasta que salió con su coche del parking subterráneo.

Comida entre ambos

El propietario del establecimiento también ha aportado al juzgado las imágenes del reservado del restaurante en el que comieron Mazón y la periodista, tal y como le solicitó la magistrada encargada de la causa de la dana.

El espacio consta de una puerta de acceso que da paso a una sala con una mesa ovalada con cinco sillas para comensales, además de una butaca y un mueble.

El motivo por el que la jueza accedió a conocer los detalles del reservado fue porque Vilaplana declaró que no escuchó ninguna de las conversaciones que Mazón mantenía por teléfono a lo largo de la comida. Él se levantaba y se apartaba, según afirmó.

De acuerdo con estas medidas, el punto más apartado en el que podría estar Mazón de Vilaplana sería de más de 4 metros.

Entre la documentación facilitada al juzgado consta igualmente la factura de la comida: fueron 165 euros por dos menús concertados para la mesa 106 del restaurante. La factura está emitida a nombre del Partido Popular.