La jueza de la dana ha citado como testigo a Juanfran Pérez Llorca, candidato favorito para suceder a Carlos Mazón en la presidencia de la Generalitat.
En un auto conocido este miércoles, la magistrada ha aceptado la petición que el PSOE presentó el pasado 29 de octubre, día del primer aniversario de la dana, cuando más acorralado estaba Mazón.
Los socialistas, que registraron en el Congreso una proposición de ley para prohibir a los partidos ser acusaciones populares, han tenido un papel discreto hasta la fecha en la causa de la dana en la que ejercen la acusación.
Pero decidieron aprovechar el contexto político del aniversario de la tragedia para pedir que declare como testigo el portavoz del PP en Les Corts y secretario general del PPCV.
La jueza lo ha aceptado en mitad del proceso de investidura del nuevo presidente de la Generalitat, con Pérez Llorca de favorito por parte de Génova.
Igualmente, y también como pedía el PSOE, cita al núcleo duro de Mazón: el secretario autonómico de Presidencia, Cayetano García; el secretario autonómico del Gabinete del President y Comunicación de la Generalitat, José Manuel Cuenca; y el director general de Comunicación y Promoción Institucional, Paco García.
Incluye asimismo a la directora general de la Oficina de Prensa de la Presidencia, Maite Gómez, y al asesor del jefe del Consell, Josep Lanuza. Y añade al dueño de El Ventorro, el restaurante en el que comió Mazón el día de la dana con la periodista Maribel Vilaplana.
La magistrada justifica la comparecencia de Pérez Llorca en las llamadas que tuvo con el propio presidente de la Generalitat y con la ex consellera Salomé Pradas, investigada en la causa.
En cuanto a esta última, las comunicaciones fueron las siguientes: a las 18:57 horas llamada perdida; a las 18:58 horas una llamada saliente de 14 segundos y a las 18:59 horas una llamada entrante de 9 segundos.
Las de Mazón con Pérez Llorca, por su parte, fueron a las 18:57 horas fue en dos ocasiones. Las mismas, dice la jueza, han de ponerse en contexto con las que se intercambiaron Salomé Pradas y Carlos Mazón a las 18:16 horas, llamada saliente de 7 segundos; a las 18:25 horas, llamada saliente de 43 segundos y las 18:30 horas una llamada entrante de 33 segundos.
"Los intercambios de los tres pueden, en el caso del testigo propuesto, proporcionar información sobre los extremos referidos en el auto de la Audiencia Provincial", señala la jueza en relación a la resolución que le permite recabar datos por si cabe abrirle una causa penal al presidente de la Generalitat.
"Ha de recalcarse que la investigada le atribuye un vínculo (a Pérez Llorca), una cercanía de dicho testigo con el Presidente de la Generalitat hasta el punto que en sus contactos telefónicos recibe el nombre de Juan Fran Mazón, no Pérez Llorca", afirma la magistrada.
Génova, indecisa
A falta de fecha de declaración -el calendario de las ya fijadas llega hasta enero-, la pregunta a raíz de esta decisión de la jueza es si puede interferir en el proceso de investidura iniciado tras la dimisión de Mazón el pasado lunes.
Y lo cierto es que en Génova no sentó bien este miércoles la noticia. En la sede nacional del PP se opina que es necesario "designar a alguien que no pueda ser relacionado para nada con la dana".
Así, piensan que, en el caso de que el actual secretario general del PPCV fuese el nombre aceptado por Vox en la negociación para suceder a Carlos Mazón, podría acabar declarando en la instrucción del caso que amenaza con imputar a su hasta ahora mentor. Y su figura, ya muy vinculada al presidente dimisionario desde los años de la Diputación de Alicante, podría quedar debilitada de inicio.
No sólo eso es lo que preocupa en el entorno de Alberto Núñez Feijóo. El conato de rebelión que, el viernes pasado, protagonizó el propio Pérez Llorca junto a los presidentes provinciales, es un síntoma de poder dentro del partido. Y Miguel Tellado, secretario general de los populares, sigue trabajando con la idea de que el presidente que suceda ahora a Mazón sea "interino".
Nadie quiere en la dirección nacional popular que una decisión que se tomará de manera precipitada indefectiblemente, tras la salida, no prevista hace una semana, de Mazón se convierta en hechos consumados. Y el temor es que Pérez Llorca quiera establecerse y tratar de hacerse con el resto de resortes de poder internos que le falten.
Catalá en 2027
Porque Génova sigue prefiriendo a María José Catalá para 2027 y, en todo caso, quiere tener las manos libres para no ir de crisis en crisis. "Si queremos una investidura rápida para darle estabilidad a la Comunidad Valenciana, la misma tranquilidad queremos para el PPCV", explica un alto cargo de Génova.
Y en el entorno de Tellado, que "supervisará" unas negociaciones que en Vox ya han sido encargadas a su homólogo Ignacio Garriga, secretario general de la formación de Santiago Abascal, no se olvida que Pérez Llorca puede ser mazonismo sin Mazón.
Mientras todo esto se resuelve -muchos dentro del PP siguen pensando que la candidatura lógica es la de Pérez Llorca-, los movimientos, especulaciones y comentarios no cesan.
Así, hay quien apunta a una tercera vía de diputados que suenan como Elena Bastidas, Alfredo Castelló o Paqui Bartual. Algunos de ellos asociados a la órbita de María José Catalá.
Alejar el escenario electoral
Pero aunque Vox no quiere hablar de nombres, los nombres sí son importantes, pues Pérez Llorca les agrada por la interlocución que han mantenido con él estos años. Ha sido el gran negociador con el partido de Abascal en el Parlamento valenciano.
Lo que sí se va asomando es la idea de alejar un escenario de elecciones, a la espera de cómo se desarrollen las negociaciones. El PP teme unos comicios en este momento, sin tiempo suficiente para vender la reconstrucción, con Mazón recién salido, con el aniversario todavía caliente y con Vox subiendo y subiendo en las encuestas.
Vox no los teme, pero su electorado es difícil que entienda un bloqueo en la presidencia de la Generalitat o que sean los responsables de unas elecciones arriesgadas que podrían acabar con el Gobierno en manos de la izquierda.
Así que todo se tiene que calcular y ambos partidos parecen decantarse por sacar adelante la investidura pronto, a no ser que todo cambie en los próximos días (lo cual nunca es descartable).
Por el momento, Vox ha puesto condiciones: rechazo al Pacto Verde y a la política migratoria de Pedro Sánchez. En realidad, se trata de asuntos que ya formaron parte de pactos anteriores con el PP, como el de los Presupuestos de 2025. Lo cual da cuenta de la voluntad real de negociar.
