Valencia
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Los cambios en la dirección de Vox en la provincia de Valencia a los que numerosas voces del partido apuntan desde hace meses podrían materializarse a lo largo de las próximas semanas. 

Según varias fuentes, se trataría del relevo de Ignacio Gil Lázaro como presidente y de la renovación del Comité Ejecutivo Provincial. Esto conllevaría la entrada de otras personas. Y dos perfiles que suenan con fuerza son los de los exconsellers José Luis Aguirre y Vicente Barrera

Todavía no existe concreción sobre qué puesto ocuparían. Hay quien ve a Aguirre como presidente, aunque la rumorología de los últimos meses también situaba en este cargo a Barrera.

Lo cierto es que ambos mantienen una vinculación activa con el partido tras la salida del Gobierno valenciano en julio de 2024 por la decisión de Vox de romper con todos los ejecutivos autonómicos del PP. Ni Barrera ni Aguirre estaban de acuerdo con la estrategia en aquel momento, aunque la respetaron y acataron. Ahora, pasado el tiempo, incluso la comprenden, como admitió el exconseller de Cultura a este periódico

Barrera continúa formando parte del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) como vocal. Tras su salida de la Generalitat retomó su actividad profesional y sus negocios. Así, regresó a la gestión de sus empresas y ha toreado de manera esporádica. 

Por su parte, Aguirre es actualmente asesor del grupo de Vox en el Parlamento Europeo, donde da apoyo desde Valencia en asuntos de Agricultura, la materia en la que es especialista como ingeniero agrícola de larga trayectoria. 

Los dos exconsellers se quedaron en cierto modo descolgados hace más de un año. Cabe recordar que Aguirre tuvo que dejar el acta de diputado para pasar al Gobierno autonómico. De ahí que dentro de Vox se vea lógico contar con ellos a la hora de rearmar el partido en la provincia. 

La pregunta que surge ahora es si los nuevos nombramientos en la dirección provincial son la antesala de la lista del Ayuntamiento de Valencia en 2027. En muchos círculos de Vox Aguirre gusta como cabeza de lista en la ciudad, donde tiene buena consideración. Barrera, por su parte, cuenta con un grado de conocimiento importante. 

Todavía es pronto para este tipo de conclusiones, pues todo lo decidirá la dirección nacional del partido en el momento que considere oportuno. Si existe una frase típica en los cargos o excargos de Vox de cualquier tipo es "yo me enteré el día de antes". 

Ignacio Gil Lázaro, a la derecha, junto a Carlos Flores Juberías y Vicente Barrera. Rober Solsona / EP

En cualquier caso, la decisión del relevo en el Comité Ejecutivo Provincial resulta importante. El partido ha tenido diversas crisis municipales que, pese a estar provocadas por diversos factores y no responder a un único patrón, a juicio de algunas voces evidenciaban el declive de la dirección en Valencia. 

Ya hace tiempo que a nivel interno se lamentan de los cabezas de cartel escogidos por Ignacio Gil Lázaro en 2023 tanto para la Generalitat (Carlos Flores Juberías) como para el Ayuntamiento (Juanma Badenas). Estos dos últimos, de hecho, mantienen muy buena relación. 

En un partido hermético y vertical en el que las disputas internas tratan de apagarse rápido, las diferencias con Gil Lázaro han ido surgiendo a lo largo de estos años y las lealtades cambiando de bando. 

La dirección nacional de Vox lo colocó al frente del partido en la provincia de Valencia en febrero de 2023, relevando en el cargo a José María Llanos, actual portavoz de la formación en Les Corts. Desde entonces, ha habido movimientos y Llanos recuperó algo de poder que en aquella época había perdido.  

Consolidación de la dirección

Sin embargo, Llanos parece en este momento desvinculado de la parte más orgánica y la toma real de decisiones se centraliza en Madrid. 

El mandato en las direcciones provinciales es de un máximo de cuatro años, pero el Comité Ejecutivo Nacional tiene capacidad de realizar relevos en cualquier momento por pérdida de confianza. 

En el caso de Gil Lázaro no se trasladará como tal, sino que es probable que se comunique como una decisión tomada por él de dar un paso al lado pese al ruido de fondo existente. 

Los tiempos de acometer los cambios son importantes. Queda año y medio para las elecciones municipales y Vox ha de tener una dirección estable y consolidada para entonces, dado que de ella cuelgan todos los municipios. 

A ello se une la necesidad de mejora de la interlocución y coordinación con Madrid a todos los niveles, algo que ahora era, en opinión de varias fuentes, una de las cuestiones más urgentes.