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Las negociaciones entre la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, Vox y los tránsfugas de este último partido no parece que dejen todavía claro el escenario de gobernabilidad en el Ayuntamiento de Valencia. Mientras, entre los voxistas se da cada vez más por hecho que acabarán fuera del ejecutivo. 

La primera edil pretendía resolver este asunto con una mayor celeridad e incluso inicialmente la intención era tomar una decisión de cara al último pleno del consistorio, que se celebró el pasado 25 de marzo. 

Pero no ha sido así. Las conversaciones continúan y, mientras Catalá se mueve en diversos escenarios, Vox advierte de que sólo lo hace en uno: gobernar sin tránsfugas. Es decir, que en el ejecutivo municipal no estén ni Cecilia Herrero ni Juanma Badenas.  

La situación anda encallada en este punto. Y por el momento no se han evidenciado avances, aunque la alcaldesa de Valencia afirmó este jueves que confía en que las negociaciones lleguen a "buen puerto". 

La incógnita sobre cómo quedará el gobierno ya se arrastra desde hace semanas y nadie da detalles de las conversaciones. Mientras, cada vez más voces en Vox dan por hecho que acabarán fuera del gobierno

Todo se desencadenó hace un mes, cuando Badenas fue despojado de sus competencias en el ejecutivo municipal tras ser inhabilitado por el partido de Santiago Abascal para ocupar cualquier cargo y ser expulsado temporalmente.

La edil Cecilia Herrero, su pareja, se dio de baja de Vox y ambos pasaron a ser no adscritos. Catalá instó entonces al partido a que resolviera su problema interno en una reunión que mantuvo con la dirección nacional. 

Vox, en sus trece

Pero Vox ni puede garantizar que sus tránsfugas le otorguen una lealtad absoluta a Catalá en lo que queda de legislatura ni quiere que estén en el gobierno. 

Esta última condición apareció después de que la alcaldesa de Valencia no cerrara la puerta a que Badenas -que ha visto notablemente mermada su retribución económica- pudiera recuperar las competencias a pesar de ya no formar parte del gobierno; y a mantener a Herrero, que todavía forma parte todavía del ejecutivo y de la Junta de Gobierno Local. En todo caso, lo relativo a Badenas parece muy complicado jurídicamente.

En este contexto, pese al reciente voto favorable de ambos en un reparto de voto ponderado en las comisiones del Ayuntamiento que benefició a Catalá, la realidad es que nadie puede asegurar la estabilidad del Consistorio.

Así que Catalá tiene todas las posibilidades abiertas, incluyendo la del gobierno en solitario. Es la opción menos deseable por ser la más complicada porque tendrá que pelear todas las medidas que desee sacar adelante con el resto de grupos.