Valencia

La Policía Nacional apunta a que un electrodoméstico pudo originar el incendio registrado el pasado 22 de febrero en una vivienda de uno de los dos bloques arrasados por el fuego en Campanar, cuyo suceso se saldó con 10 víctimas mortales y 15 heridos.

Así lo aseguró este lunes la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, en declaraciones a los medios de comunicación recogidas por Europa Press al ser preguntada por las novedades de este caso.

La Policía descartó que en este suceso exista un indicio penal como origen del fuego y todo apunta a que se trata de un accidente fortuito.

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Según completaron fuentes policiales, el fuego se originó en la cocina de una vivienda de uno de los bloques de edificio, en concreto, por un electrodoméstico.

A partir de este momento, añadió Bernabé, las aseguradoras de las distintas viviendas y de la comunidad de propietarios podrán trabajar, "entrar y ver las cuestiones que tengan que ver con los afectados, para que puedan empezar de nuevo su proyecto vital", ha señalado.

El Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia, encargado de investigar el incendio, acordó la pasada semana el sobreseimiento provisional de la causa después de que la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia del Cuerpo Nacional de Policía comunicase que las primeras investigaciones permitían descartar el origen criminal o delictivo del incendio.

El juzgado, a la vista de esta información, acordó provisionalmente el sobreseimiento de las actuaciones a la espera de que concluyan las investigaciones y análisis policiales oportunos, que continúan para poder esclarecer el origen concreto del incendio que tuvo lugar el pasado 22 de febrero.

Por otro lado, el juzgado de instrucción autorizó el acceso de las compañías aseguradoras al inmueble siniestrado, con supervisión policial, al objeto de permitir la realización de las oportunas gestiones para indemnizar a los perjudicados, ya que esta medida no interfiere en las investigaciones policiales.

El incendio se originó el 22 de febrero, sobre las 17.30 horas, en el apartamento 86 de uno de los dos edificios conformados por 138 inmuebles que fueron arrasados por el fuego.

Transcurrida apenas una hora del origen del fuego, las llamas habían devorado los dos bloques de viviendas, de 10 y 14 plantas, en las que vivían unos 450 vecinos. Como consecuencia, 10 personas fallecieron y otras 15 resultaron heridas, entre ellas, siete bomberos.