Juan Nieto Raquel Miralles

Marta y Ramón, madre y padre de la familia de cuatro miembros que perdieron la vida en el incendio del edificio del barrio de Campanar de Valencia, fallecieron abrazados a sus hijos mientras esperaban la ayuda de los bomberos.

La pareja tenía unos 40 años y vivía en una vivienda de la octava planta. Uno de los menores tenía poco más de dos años y acudía a la guardería del barrio, roto de dolor por la tragedia. El segundo menor era una niña de poco más de 8 días de vida.

Marta, cuya familia procedía del municipio castellonense de Almassora, todavía estaba recuperándose del parto cuando se inició el pavoroso incendio que arrasó con las dos torres del edificio de 132 viviendas en tan solo una hora.

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Los cuatro murieron juntos y sus cuerpos se encontraron abrazados. La familia se escondió en el baño pensando que serían auxiliados por los rescatadores, según confirmaron varios testimonios a EL ESPAÑOL, pero la virulencia de las llamas les impidió acceder al edificio y finalmente fallecieron intoxicados. 

Poco antes del trágico desenlace, la joven pareja pudo despedirse por teléfono de sus amigos y familiares. 

"Estamos encerrados en el baño porque no nos han dejado salir". Es lo último que Marta pudo comunicarle a su madre y una amiga en dos llamadas que realizó desde su teléfono móvil. La declaración muestra la magnitud del pánico que sufrieron.

La actuación del equipo de rescate ha sido cuestionada en las últimas horas por el entorno de las víctimas. Pero fuentes del servicio de bomberos defendieron firmemente la actuación de todo el equipo.

Además, recordaron que uno de ellos estuvo a punto de perder la vida por salvar a la familia. Este bombero llegó a despedirse por radio de sus compañeros al quedarsse atrapado en el pasillo por el humo.

Investigación

La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia abrió este viernes diligencias previas para investigar las causas y circunstancias de este incendio, unas de las peores tragedias que se recuerdan en la capital del Turia.

La jueza decretó el secreto de las actuaciones a fin de proteger las pesquisas policiales y la intimidad de las víctimas y sus familiares.

La magistrada tomó esta decisión tras recibir un avance del atestado policial, al hallarse en funciones de guardia de incidencias, y sin perjuicio de las medidas que puedan adoptar en los próximos días los restantes órganos judiciales de la ciudad que le sucedan en la guardia. 

Una vez se complete esta fase, se determinará el juzgado que finalmente asuma la causa.

El Cuerpo Nacional de Policía ha entregado un primer atestado policial al juzgado. A partir de ahí, se acordarán las primeras diligencias e interrogatorios para conocer las circunstancias en las que se produjo el incendio y el posterior rescate.

Los cuerpos de Marta y Ramón fueron los primeros que se encontraron dentro de este edificio de 14 plantas y construido en 2008 por la constructora catalana Fbex. Los bomberos lograron localizarlos a través de un dron que llegó a la planta octava, cuyo pasillo se convirtió en un infierno.

Este viernes los encontraron en el interior del baño de la vivienda, tal y como comunicaron a sus familiares, abrazados y sin apenas quemaduras.

Por ello, las primeras diligencias apuntan a que murieron intoxicados por el humo. Marta trasladó por teléfono a sus allegados que tenían dificultad para respirar.

Al parecer, el matrimonio colocó toallas húmedas para sellar las puertas e intentar protegerse de los gases tóxicos.

Actuación de los bomberos

Pero no sirvió de nada porque el fuego se descontroló por los materiales plásticos que ardían y la fuerza del viento, que ese día llegó a soplar con rachas superiores a los 60 kilómetros.

"Había mucho humo y ya no se podía bajar", reconoció este sábado Julián, el conserje que avisó puerta por puerta a sus vecinos para que salieran del edificio durante el homenaje realizado en la plaza del Ayuntamiento de Valencia.

El jefe de los Bomberos atiende a los medios.

Según los expertos, en un incendio hay más de 50 gases tóxicos que pueden causar desde lagrimeo hasta la muerte, como la de esta familia valenciana.

El inspector jefe del departamento de Bomberos del Ayuntamiento de Valencia, Enrique Chisbert, aseguró este sábado que el protocolo que siguen en incendios es que las personas se queden en sus viviendas mientras los efectivos extinguen el fuego porque es "lo mejor" si "las condiciones de sectorización del edificio" funcionan.

"Lo contrario puede ser una evacuación desordenada que puede provocar, ahora y en lo sucesivo, múltiples víctimas en muchos incendios", indicó.