Desde que las esquelas se han comvertido en una especie de telegrama desde el más allá y han dejado de limitarse a ser un obituario o una nota informativa sobre las exequias fúnebres de nuestros vecinos, las páginas de La Jungla se han venido llenando de hilarantes mensajes que han querido dejar los finados, especialmente los gallegos, haciendo gala de la peculiar relación con la muerte que tienen en la comunidad.

Si hace una semana era Antonio el que sorprendía dedicándoles la esquela a los familiares que habían pasado de él, en esta ocasión es María Paz Fuentes Fernández la que ha querido dejar las cosas muy claras después de muerta (y, viendo esto, suponemos que antes también). Esta mujer ha fallecido esta semana en Lugo y quiso dejar unas instrucciones muy claras a la hora de organizar su despedida. 

En la esquela, publicada en el diario El Progreso, explicaba que tanto a la iglesia como al cementario quería que acudieran una serie de personas que citaría a continuación, para bochorno del resto de sus allegados que no figuraban en esa lista VIP. Quince nombres y unos puntos suspensivos tan misteriosos como sugerentes que precedían el golpe en la mesa final: "Al resto de gente que jamás se preocupó durante mi vida, les deseo que sigan tan lejos como estuvieron".

No son "de sangre"

María Paz, de la que tampoco se conocen los años, ha fallecido el pasado 2 de junio y su esquela apareció en el periódico al día siguiente a través de la Funeraria Fernández, S.A.U.: "Siguiendo mis principios y mi particular manera de decir las cosas, dispongo que ya que hace mucho que mi familia no es de sangre, impongo mi última voluntad para que solo se deje asistir a mi funeral, en el tanatorio, iglesia y cementerio a las personas que menciono a continuación".

La esquela no tardó en correr como la pólvora en Twitter y suscitar miles de reacciones. Aunque para algunos es "una desgracia" dejar eso escrito antes de morir porque vendría a demostrar que era "una mujer infeliz, rencorosa", son muchos más los que consideran que María Paz ha sido una valiente gestionando de esa forma su despedida aunque, eso sí, no debería de haber puesto puntos suspensivos si quería dejar todo atado y bien atado:

Les esperamos en el siguiente capítulo de la serie esquelas gallegas que, a este paso, acabaremos inaugurando más pronto que tarde. 

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