El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se ha lucido con su último chiste en las redes sociales. Una gracieta que podría tener un pase en un contexto de normalidad que a día de hoy se antoja lejano y cuando no formaba parte del Gobierno central. Vamos, que si lo hubiera hecho el año pasado siendo coordinador de Izquierda Unida no habría indignado tanto que en pleno Viernes Santo se dedicase a burlarse de la Semana Santa y, por ende, de la religión católica.

Pero el ministro lo ha hecho ahora, hace cuatro días, cuando seguimos contando por cientos los españoles fallecidos cada día a causa del coronavirus. No obstante, la necesidad de hacer el chascarrillo pudo más que la cordura y Garzón pidió consejo en Twitter para recomendar una película sobre la Pasión. Para ello, ideó una encuesta en la red social para que sus seguidores votaran entre La vida de Brian y Jesucristo Superstar:

Cabe recordar que la primera, una de las piezas fundamentales de los Monty Python, es una parodia de la vida de Jesucristo y la segunda un musical. Vamos, que aun siendo obras maestras, no serían las dos mejores opciones para contextualizar la Semana Santa en el cine teniendo otros grandes clásicos como Ben-Hur, Quo vadis? o La Pasión dirigida por Mel Gibson.

Por eso, el aluvión de críticas al ministro no se hizo esperar mucho:

La respuesta de Almeida

No obstante, de entre todos los comentarios afeando la salida de tono de Garzón, el más aplaudido ha sido el del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, cuya popularidad en esta crisis no ha cesado de crecer obligado a capitanear la gestión en una de las zonas más azotadas por la pandemia. Su breve pero certera reflexión acumula miles de retuits:

Entre las respuestas al tuit del regidor, muchos han destacado que el propio Garzón no dudó en desear "un tiempo de alegría para todas las familias musulmanas" por el Ramadán allá por 2017, reflotando su mensaje original:

Y es que a muchos no les cabe en la cabeza cómo Garzón ha sido capaz de mostrar el debido respeto a los musulmanes y no así a los católicos:

Un intento de enmienda

Aunque el ministro no ha pedido disculpas en su Twitter por el momento, sí añadió un segundo tuit un par de días de después, el Domingo de Resurrección, en el que parece que su intención es limar asperezas:

Recordando, además, que tiene un pasado cofrade como suele ser habitual cuando se nace en ciudades de tanta tradición como la suya, Málaga:

No obstante, intuimos que con la indignación que ha desatado, le hará falta mucho más que eso para conseguir el perdón de los que se han sentido ofendidos. Como poco, parece que tendría que volver a vestir los hábitos de nuevo.

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