Cuando le cambia la cara al amigo chistoso que todos tenemos -ese al que nunca se le ha conocido un drama y va por la vida con una gracia en la recámara-, nos quedamos helados. Pocas cosas nos provocan una reacción tan abrumadora como ver un cambio de registro tan drástico. Cuando el simpático se pone serio para hablar en serio. Poca broma.

Y esto es lo que ha ocurrido en los primeros minutos de Late motiv, el programa que Andreu Buenafuente conduce en Movistar+. El payaso se quitó la nariz roja y se dispuso a echar una bronca pausada a la clase política en su monólogo, después de conocerse la sentencia del procés y registrarse movilizaciones multitudinarias en Cataluña.

El humorista empezó diciendo que lo que iba a contar era "una opinión estrictamente personal mía" para continuar asegurando que "este día ha vuelto a ser un día oscuro para este país". "Creo que estamos ante el fracaso de la política. La política entendida como un servicio público que debe atender todas las sensibilidades. Todas son todas".

"Andamos en la desconfianza, en el miedo"

Siguió Buenafuente criticando que "todos hablan para sus convencidos con el único afán de aumentar la brecha que nos separa", sentenciando que "yo veo más odio que diálogo". También echó la vista atrás durante su monólogo para recordar "el fondo de la cuestión, uno de los fondos". Así, empezó enumerando que en 2012 "no se supo encauzar el sentimiento de cientos de miles de catalanes" que ya pedían un referéndum.

"No se puso el asunto con franqueza encima de la mesa del Estado español, de lo que somos todos, y todo el mundo empezó a cometer errores", dijo, contando que"se saltaron leyes", "se reprimió con crudeza una votación simbólica", "se instrumentalizó de forma partidista el Parlament de Cataluña" y "se encarceló preventivamente durante dos años":

Cuando "los jueces sustituyeron a los políticos", según el cómico, "todo se bloqueó" y ahora "andamos en la desconfianza, en el miedo". Buenafuente cree que "somos una sociedad peor que en 2012 porque no importa la ideología con la que comulgues, sencillamente importa solucionar problemas".

El monólogo, que en Twitter ya se ha reproducido más de un millón y medio de veces, concluye con el autorretrato de Buenafuente: "Soy un modesto cómico catalán que está en Madrid muy agradecido". Y, también, con una confesión: "Hoy he hablado con un montón de gente preocupada y la mayoría no eran independentistas. Creo que es gente preocupada porque los políticos, con su inacción y sus errores, nos están empujando a trincheras en las que no queremos estar".

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