Google Maps es uno de los servicios más útiles de Internet. No importa a donde vayas, a un lugar conocido o a uno desconocido, siempre acabas consultando a ver qué ruta te indica este oráculo tecnológico. Luego puedes hacerle caso o no, pero en muchos casos puede ayudarte a arañar unos minutos al cronómetro y hacerte sentir por unos segundos como Lewis Hamilton.

Y a veces no.

Eso es lo que le pasó a Bruce. Tal y como ha relatado a Bored Panda, quería llegar hasta un popular punto de acampada cercano a Sidney y quiso comprobar la forma más rápida de llegar. Resulta que tenía un buen todoterreno, el depósito lleno y provisiones y aparentemente había una forma de acortar diez minutos de trayecto. "La representación de las carreteras de Google en Australia es bastante interesante, ya que tiende a pensar que hay muchas más carreteras viables de las que hay".

Las rutas propuestas por Google Maps. Bored Panda

Con todo, Bruce tenía ganas de aventura por lo que decidió tirar los dados y ver lo que ese atajillo le deparaba. Lo que posiblemente no esperaba es que acabase siendo uno digno de Mario Kart.

Inicialmente Google le llevó por una plantación de pinos, donde no parecía haber mucha carretera. Más adelante se dio cuenta de que el trayecto posiblemente sería más complicado de lo que parecía, con muy poco espacio para maniobrar. Con todo, decidió seguir. "Tenía combustible para 1000 kms, agua, comida, una radio y una tienda para pasar la noche" por lo que decidió seguir adelante.

La aventura comenzó por una plantación de pinos con poca carretera. Bored Panda

El camino le llevó directo a las Montañas Azules. Bored Panda

Y luego de vuelta al bosque...

El atajo de dos horas se convirtió en una aventura de dos horas Bored Panda

Tuvo que cruzar hasta ríos. Bored Panda

Y le llevó a un auténtico Safari...

Australia en toda su gloria. Bored Panda b

Lleno de criaturas misteriosas... Bored Panda

El fascinante viaje de Bruce a través de las rutas salvajes concluyó con su llegada dos horas más tarde de lo previsto, con lo que el atajo no acabó de funcionar muy como esperaba. Y es que a veces es mejor no fiar todo nuestro destino a lo que nos indique la tecnología. O sí.