En ocasiones todos hemos tenido que poner cara de póquer al abrir alguno de los regalos que nos caían por Navidad. Es más, lo raro e inusual cuando éramos niños es que debajo del árbol estuvieran, una por una, las cosas que habíamos pedido en nuestra carta. Nosotros estábamos acostumbrados a escribir nuestras peticiones y que, después, Papá Noel y los Reyes Magos decidieran libremente qué traernos.

Ahora hay niños que cuando escriben sus cartas parece que están firmando un contrato blindado y se llevan el disgusto del siglo si la lista no se cumple. Un buen ejemplo de ello es este niño alemán de 9 años que ha dado la campanada en su vecindario al llamar a la Policía para quejarse de sus regalos. Ocurrió en el municipio de Zetel, situado en el entorno del mar del Norte.

El pasado martes, día de Navidad, llamó al número de emergencias de la Policía para denunciar que bajo su árbol no estaban los juguetes que él había pedido. Al día siguiente, los agentes se presentaron en su casa para que el pequeño 'formalizase una denuncia'; pero según los medios locales, el niño estaba "fuera de sí".

Un despiste de Papá Noel

Explica el mismo medio que los agentes, que no tenían mucho trabajo y su día estaba siendo tranquilo, se lo tomaron con calma en casa del pequeño y empezaron a examinar todas las pruebas. Les explicó que no había recibido ninguna de las cosas que había pedido por Navidad.

"Los agentes llegaron y encontraron al niño muy enfadado", explicó un portavoz de la Policía Local. Finalmente, compararon su carta con los regalos que había bajo el árbol y recurrieron a técnicas de mediación familiar logrando convencer al niño de que Papá Noel había confundido su lista de peticiones con la de otro.