Dicen que el hábito no hace al monje, y para ser inclusivos hay que decir que tampoco a la monja. Las hermanas Margaret Kreuper y Lana Chang parecen haber decidido probar este extremo y no solo han robado 500.000 dólares del Colegio Católico Saint James, en una localidad californiana cercana a Los Ángeles, sino que también han decidido pulírselo todo en Las Vegas, dejando a Bradley Cooper y Zack Galifianakis a la altura del betún.

Kreuper era la directora del centro, mientras que su compañera de correrías era profesora. El pastel se ha descubierto cuando Kreuper anunció que se retiraba del puesto este año. Según informa el Washington Post, una familia pidió la copia de un cheque que habían entregado al colegio. Para sorpresa de los empleados de la escuela, este no había sido ingresado en la cuenta del colegio.

Fue la primera pista que llevó a una auditoría que desveló que las dos hermanas habían estado expoliando las cuentas del colegio durante al menos una década. Las dos mujeres, que eran mejores amigas, habían estado usando el dinero para financiarse viajes y noches en los casinos de Las Vegas.

Las Vegas. LPETTET iStock

"No sabemos si solían ir de viaje, pero sí sabemos que iban a casinos", explicó la abogada del colegio a unos padres "y la realidad es que usaban la cuenta del colegio como si fuese su cuenta personal". Los padres llevaban tiempo pensando que la escuela tenía graves problemas económicos por culpa de unos impuestos muy altos y por las consecuencias de una tragedia. En 2014 cuatro personas -incluida un niño de 6 años- murieron después de que una mujer borracha se empotrase contra la gente que salía del concierto de Navidad.

Lo curioso es que los padres sabían que las dos mujeres solían hacer escapadas a la ciudad del pecado, pero siempre les habían dicho que el dinero que gastaban eran regalos de un "tío rico". "Pero resulta que el tío rico eran los padres del colegio", aseguró uno de ellos.

Sin embargo, la archidiócesis ha decidido no iniciar cargos penales contra las dos mujeres, ya que la orden a la que pertenecen -la Orden de las hermanas de San José- se ha mostrado dispuesta a reponer el dinero que sus dos ovejas descarriadas se llevaron. Aparentemente, ambas han reconocido los hechos "y han mostrado su más sentido arrepentimiento". Sin embargo, algunos padres ya están uniendo fuerzas para lograr que las dos monjas se enfrenten a sus actos en los tribunales.