De los buzones de su vecindario para el mundo entero. La capacidad de las redes sociales para difundir una historia entrañable entre millones de personas en pocas horas no vamos a descubrirla aquí, pero sí podemos seguir admirándola y presentando un nuevo ejemplo de ello: la carta de un adolescente gallego que busca sufragarse la excursión de fin de curso a Londres.

Fue el pasado lunes cuando el chaval, que tiene 14 años y estudia tercero de ESO en Ames -una localidad coruñesa próxima a Santiago de Compostela-, decidió poner en marcha una ingeniosa campaña entre sus vecinos para conseguir financiarse el viaje. Así que escribió una carta, hizo copias y las distribuyó por los buzones ofreciéndose a hacer todo tipo de tareas a precios asequibles.

Como "estamos en otoño" podía recoger hojas, pero también sacar al perro o explicar dudas del colegio "como máximo de primero de la ESO". En definitiva: "cualquier cosa que se os ocurra todo sería hablarlo". Un crack, vamos. También explica en sus flyers que necesitaba recaudar 700 euros para irse a la capital británica.

El buzoneo resultó ser más fructífero de lo esperado gracias a uno de los vecinos que recibió la octavilla, Manuel Cheda, que compartió una foto de la carta en sus redes sociales escribiendo que "no conozco de nada al chaval, pero merece irse de excursión a Londres". Que se hiciese viral fue cuestión de minutos.

"Mi hijo está feliz"

La Voz de Galicia ha localizado a este joven genio y ha hablado con su padre, Juan Pato, dueño de una peluquería. El hombre no salía de su asombro. "Es alucinante el amplio eco que pueden tener las redes sociales, pero esta iniciativa también sirve para demostrar la gente buena que hay", aseguró, añadiendo que el móvil de su hijo no paró de sonar pidiendo un número de cuenta para hacer donaciones.

La familia, que lo ha agradecido, rechazó ofrecer una cuenta porque, reiteran, "no lo hace por necesidad. Desde el principio me dijo que quería ser él quien consiguiese el dinero, poder costearse la excursión". Su padre admite que, al principio, estaban recelosos de que perdiera tiempo de estudio trabajando, pero "al final apreciamos que era muy positivo por saber que de su trabajo y con su esfuerzo puede sacar algo".

El joven ha recibido llamadas desde fuera de Galicia, pero también desde lugares como Uruguay. "Mi hijo está feliz", asegura su orgulloso padre explicando además que ha conseguido encandilar a sus vecinos y ya le han pedido que pasee sus perros, les tire la basura y ayude a dos niños con los deberes.