La audiencia de la misa televisada por Trece TV y los feligreses que estaban el pasado jueves en la madrileña Basílica de la Concepción se llevaron una extraña sorpresa en mitad de la eucaristía. Todo transcurría con normalidad hasta que un hombre subió al púlpito para hacer unas declaraciones surrealistas.

El sacerdote, Jesús Luis Sacristán, estaba dirigiendo el rezo desde el altar cuando un individuo subió y se le puso al lado. Una vez que terminó de hablar, el hombre se puso delante del micrófono sin que el párroco pudiese evitarlo y empezó a decir: "hola, soy Luis Enrique y soy la reencarnación".

Apresuradamente el cura silenció el micrófono e indicó que sonase la música del órgano mientras iba a buscar ayuda para desalojar al intruso del altar:

Durante algunos segundos el hombre continuó hablando con el micrófono apagado hasta que decidió él mismo abandonar el atril e irse.