Pues a ver si va a ser que eso de documentar cada minuto de nuestras vidas en las redes sociales va a valer para algo más que para alimentar nuestros egos. Por lo de pronto, a Christopher Precopia le ha servido para ahorrarse 99 años de prisión después de ser acusado de entrar en casa de su expareja para cometer un robo con violencia.

La historia nos lleva a Texas (Estados Unidos) donde las autoridades detuvieron a este joven de 21 años en su puesto de trabajo de Georgetown. Después de pasar un día en la cárcel sin saber qué cargos se le imputaban, su familia pagó la fianza de 150.000 dólares que le pedían.

Fue entonces cuando se enteró de que su exnovia lo había denunciado por acceder a su casa, atacarla con un cúter en el pecho y llevarse varias de sus pertenencias. Un delito que Christopher no podría haber cometido porque esa misma noche estaba a más de 100 kilómetros del domicilio de la joven.

La prueba definitiva

El abogado del joven presentó ante la Fiscalía un selfie en el que el joven salía con su familia el mismo día de los hechos, realizado en un hotel de Austin. Esta prueba demostró que la chica había mentido para perjudicarlo. Más tarde se supo que lo había hecho porque en el pasado tuvieron una relación tortuosa, tal y como recogen varios medios locales.

Fue el pasado mes de junio cuando se le retiraron todos los cargos a Christopher, librándose de cumplir una condena de 99 años entre rejas. Su familia ha rechazado emprender acciones legales contra la policía, pero sí lo ha hecho contra la joven por perjuicio. De hecho, por culpa de su denuncia falsa, el chico no ha podido ingresar en el Ejército.