Para algunos el reggaeton es ya una tortura en sí mismo. Este estilo musical, omnipresente en todas las radios, ha polarizado nuestra sociedad: o encanta o espanta. El uso de la música como forma de tortura no es nada nuevo, sin embargo, sí es llamativa la denuncia formal de un preso mexicano que cumple condena en Veracruz, cuyos carceleros empleaban los ritmos reguetoneros para torturarlo psicológicamente.

El periódico El Universal recoge la querella que Gilberto Aguirre Garza ha interpuesto ante la Fiscalía General del Estado contra el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, y el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, entre otros, por torturar a los reos a golpe de reggaeton y otros delitos.

El preso, que fue funcionario público y está en la prisión regional de Pacho Viejo acusado de desaparición forzada por haber alterado supuestamente el hallazgo de 13 cadáveres, ha explicado que al ingresar le colocaron radios con música a todo volumen durante al menos siete días, algo que "se convirtió en una tortura".

"Ponía un oído sobre una almohada improvisada con una cobija y en el otro oído se ponía un pantalón de mezclilla apretándolo firmemente, pero aun así el ruido de la radio no permitía conciliar el sueño debido al volumen de la música y la repetición de canciones con ritmos de banda y reggaeton", consta en el escrito de la denuncia.

Una sórdida historia detrás

En mitad de una de las tortuosas noches, el Fiscal Especializado para la Atención de Denuncias por Personas Desaparecidas, Luis Eduardo Coronel Gamboa, habría acudido de madrugada a charlar con el preso: "me dijo que sabía perfectamente que no había cometido ningún delito (...), pero necesitaba que declarara e increminara a otra persona", explicó el recluso.

Fue durante esa entrevista cuando le habrían prometido que si declaraba lo que ellos le pedían dejarían de torturarlo y respetarían a su familia, por eso ahora el hombre teme por la vida de su esposa y sus familiares cercanos. La denuncia la ha presentado por presuntos delitos de tortura, asociación delictuosa, abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, falsas denuncias y simulación de pruebas.