Un conspirador de la NASA Javier Elio

La Tierra es redonda. Eso es algo de lo que estamos bastante seguros básicamente desde al menos la Grecia clásica. En el 240 AC, Erastótenes, con unas sombras y un poco de matemáticas, fue capaz de medir la circunferencia del planeta con una precisión sorprendente, fallando básicamente porque no sabía que la Tierra es achatada por los polos. Al contrario de lo que se cree, cuando Colón viajó hasta América cualquier persona con cierta educación sabía que vivíamos en una pelota. Y sin embargo, hoy, con toda la información de la que disponemos con solo dar un dedazo en una pantalla, sigue habiendo gente que cree que la Tierra es plana. 

Hemos mandado gente ahí arriba -incluso a ministros- que han confirmado que sí, que es redonda, pero ya sabéis: conspiración, encubrimiento, la NASA y los gobiernos os engañan y por alguna razón no quieren que sepas en un frisbee cósmico.

Pero como siempre en esta fabulosa red llamada Internet siempre hay quien está dispuesto a llevar las teorías más disparatadas un paso más allá: la Tierra tiene forma de donut.

La primera constancia que se tiene de esta teoría apareció en los foros de la Sociedad de la Tierra Plana. Un fenómeno planteó un experimento mental con tal de averiguar cómo se desarrolló por primera vez la teoría de la Tierra plana, apuntando que alguien expondría por primera vez sus ideas y la gente habría apuntado a los problemas y buscado explicaciones con sentido (sentido según ellos, claro). 

El principal problema era por qué nadie se había dado cuenta de que en el centro del planeta hay un agujero más grande que el de Bankia. ¡Sencillo! La gravedad -que en este modelo funciona igual que en el de la Tierra redonda- y la atmósfera doblan la trayectoria de las ondas electromagnéticas, lo que impide que los que estamos aquí abajo nos demos cuenta de que vivimos en el sueño de Homer Simpson.

Sorprendentemente -o no- la teoría fue recibida sin llevarse las manos a la cabeza y con un cierto interés. Incluso un mordador del foro confesó que su primer instinto fue mover el hilo al foro de cosas sin sentido –se ve que en un foro de cosas sin sentido tienen un foro para cosas aún más locas-, pero que leyendo la publicación la teoría “tenía mérito” aunque dudaba que pudiera aportar “tantas pruebas y datos empíricos” como la Tierra plana.

Lo curioso es que mientras que es imposible que exista un planeta como el descrito por la Tierra plana, el planeta donut es técnicamente posible, aunque es extremadamente difícil que se forme de forma natural y su rotación tendría que ser extremadamente rápida para que la fuerza centrífuga evitase que el agujero se colapsase por la gravedad, que hace que cualquier objeto a partir de una cierta masa se convierta en una esfera.

Y por supuesto si nuestro planeta fuese así nos habríamos dado cuenta, ni que sea porque los días y las noches durarían apenas unas horas y que desde el interior del agujero se vería el otro lado claro. Pero oye, está claro que en el mundo del siglo XXI hay gente dispuesta a creer cualquier idea loca que le propongan. Incluso que nos gobiernan lagartos.