La Segunda Guerra Mundial fue una época negra en la Historia reciente. Murieron más de 60 millones de personas (el 3 % de la población global), se lanzaron dos bombas nucleares que aniquilaron a más de 200 000 japoneses provocando la rendición de Japón, tuvo lugar el Holocausto con uno de los mayores genocidios que se recuerdan... Podría continuar arrojando toneladas de datos que confirman la Segunda Guerra Mundial como uno de los mayores errores de la humanidad, pero ahora prefiero quedarme con una anécdota que te hará esbozar una sonrisa: el Tigerfibel.

En la Segunda Guerra Mundial entró en juego la tecnología y la maquinaria pesada dando como resultado aparatos tan aniquiladores como complicados de utilizar. Los tanques eran un buen ejemplo: el uso de los Panzer, los célebres tanques alemanes, no solo requería de una formación específica, los encargados de mantenerlo también debían conocer los procedimientos adecuados para que funcionasen de forma correcta. Nadie quería entrar en guerra y que el tanque explotase al soltar un cañonazo, de ahí que los mandos buscasen la mejor manera de inculcar a los soldados las buenas prácticas de mantenimiento.

Dado que los tediosos manuales alemanes no eran precisamente entretenidos de leer, Hans Christern, cuando era el encargado de las Tropas de Mantenimiento de los Panzer (Hans llegó a dirigir la 7ª División de los Panzer, la que se rindió a las tropas británicas en 1945), decidió hacer más ameno el manual de entrenamiento adoptando un estilo de cómic e incluyendo en el texto desde chistes a poesía. Aunque lo más llamativo no era dicho texto, sino los dibujos de desnudos femeninos que rozaban la pornografía.

Tigerfibel

El manual en cuestión se llamaba Tigerfibel, era el manual que leía la tropa encargada de los Panzer VI Tiger, uno de los mejores tanques pesados alemanes. Que los soldados atendiesen al mantenimiento de los tanques era vital para que estos permanecieran en el mejor funcionamiento. Los mandos aprobaron el Tigerfibel ya que las instrucciones eran más sencillas y amenas que las de un manual al uso; consiguiendo con ello mayor atención a los detalles clave que hacían de los Tiger una máquina de aniquilar.

El Tigerfibel no solo incluía un manual de 92 páginas repleto de fotos y diagramas de mantenimiento de los tanques, también ofrecía textos más jocosos o poesía para que la lectura fuese más instructiva. Aunque lo que más llama la atención, sobre todo teniendo en cuenta que era un manual oficial del ejército nazi, son los dibujos eróticos que destacan sobre el resto de elementos. Una mujer desnuda bañándose, posando de igual manera para un pintor, recibiendo un masaje en la espalda... La mujer tenía nombre: Elvira; y servía como metáfora de cómo debían comportarse los soldados. Por ejemplo, Elvira duchándose desnuda enseñaba a los soldados que había que echarle refrigerante al motor de los tanques.

Pantherfibel

Con el Tingerfibel no solo consiguieron el propósito que buscaban, el manual también se hizo tremendamente popular en el ejército nazi. Tanto, que tuvo sucesor: el Pantherfibel, dedicado al mantenimiento y cuidado de los soldados que se encargaban del tanque de peso medio Panzer V Panther. El estilo cómic seguía patente, también el aire desenfadado del texto. Eso sí, el erotismo se quedó fuera.

Si te interesa conocer estos manuales alemanes ambos están disponibles para visualizarse desde la web y también para descargarse. Aquí tienes el Tingerfibel y aquí el Pantherfibel