La Real Academia de la Lengua Española lleva desde 1712 limpiando, fijando y dando esplendor como su el presidente fuese el profesor Miyagi. En 1780 sacó su primera edición, pero la que realmente nos importa es la número 22, que desde 2001 es accesible online y que se ha convertido en el primer lugar al que vamos cada vez que escuchamos un palabro nuevo o tenemos una discusión con alguien sobre el significado. Y lo que dice la RAE va a misa.

Y claro, entre tanta búsqueda nos encontramos que muchas palabras no están aceptadas por el diccionario. El registro de búsquedas fallidas puede ser un tesoro, y hoy Enclave RAE ha querido compartir la lista de los últimos días, y la más buscada no te sorprenderá:

Mariconez ha sido sin duda la palabra de la semana después de la polémica después de que dos concursantes de Operación Triunfo se negasen a cantar la letra por contener el susodicho sustantivo. Pero la palabra no existe, así que a parte de los ofendidos por la presunta homofobia, también los nazis de la gramática deberían molestarse: deberían decir "mariconada". Total, ya es soez y además tampoco timaba con nada. La palabra no solo ha sido la más buscada, también la tercera: hay quien le ha visto importancia al asunto y la ha buscado con mayúscula.

El debate feminista llega al DRAE

¿Cuántos debates entre cervezas han terminado buscando la sentencia del diccionario? Que si tal palabra significa esto o no, que si se puede escribir también así, que si está aceptada o no... y de pocas cosas se debate que sobre feminismo. Sorodidad es una de las palabras más repetidas -como sinónimo de solidaridad entre mujeres-, pero todavía no está recogida en el diccionario -a pesar de que Unamuno ya la usó en un artículo allá por 1921-.

Feminazi también se cuenta entre las palabras más consultadas porque cómo no. Y luego está lo de heterofilia, que no sabemos si estaban buscando halterofilia, algo relacionado con la heterosexualidad o que alguien está planeando inventar un deporte que consista en levantar a heterosexuales.

Cuando lo que duele es la ortografía

Varias de las palabra se debe a la ausencia de una tilde en la búsqueda. Luego está el caso de 'guión' con tilde, tilde que fue retirada en 2010, pero -igual que con solo- todavía existe un grupo de irreductibles escritores que se resisten al cambio. Otra de nuestras palabras favoritas, procrastinar, también se cuela en la lista gracias a que la gente olvida la segunda erre. Luego ya entramos en el territorio cocreta y almóndiga, clásicos que nunca sabremos si son buscados en serio o en broma.

Y luego está el caso de Google. Muchas palabras que usamos cada día eran originalmente una marca comercial y 'googlear' ya es algo que tenemos tremendamente interiorizado. ¿Quizá será la siguiente en entrar?