Kirby Evans tiene 65 años y vive en Carolina del Sur, Estados Unidos. Hace siete años su vida dio un vuelco, le diagnosticaron cáncer de piel y tuvo que recorrer un largo camino para curarse. Este trayecto vital quedó marcado para siempre en su rostro: la enfermedad le arrebató el ojo izquierdo y su nariz

El hombre, aunque querría operarse, no puede permitírselo. No obstante, su aspecto no había supuesto ningún problema hasta el pasado lunes 8 de octubre cuando le invitaban a irse de un restaurante de Walterboro porque "espantaba" a la clientela. Ha sido su hija Brandy la que ha denunciado la discriminación a través de su perfil de Facebook

Ella ha explicado que su padre entró en el Forks Pit Shop para comer algo y se dirigió a una de las mesas. Sin embargo, antes de que pudiese sentarse, la dueña le agarró de la camisa y se lo llevó a su oficina. "Mi padre ha sido discriminado por su aspecto. Él no ha podido evitar lo que el cáncer le ha hecho. Mi padre es el hombre más fuerte que conozco, pero cuando me contó lo que le había pasado vi cómo se le caían las lágrimas. Me dolió haberle visto así, sobre por culpa de algo que no puede evitar", escribió.

Brandy añadió también que su padre "tiene un ingreso fijo y no puede pagar las cirugías que necesita para reconstruir su nariz" y tampoco puede usar parche en su ojo izquierdo porque la zona afectada es muy sensible y podría ser contraproducente.

Cuando el mensaje de la hija de Kirby se hizo viral, la mismísima dueña del local escribió un comentario, nada afortunado, en el que aseguraba que "de ningún modo he tratado de herir a tu padre. ¡En absoluto! [... ] Cuando eres el propietario de un negocio tienes que hacer cosas que no son agradables, pero no tuve elección. Estaba espantando a los clientes". 

Kirby Evans confesó a la prensa que "nunca me habían tratado así. Nunca. Me dolió profundamente". Sin embargo, la historia ha dado un giro inesperado y quizás tenga que agradecerle finalmente al poco tacto de la dueña el poder pasar por el quirófano.

Ante la oleada de solidaridad a través de las redes sociales Brandy puso en marcha una campaña para recaudar fondos a través de la plataforma online Gofundme y casi han conseguido los 75.000 dólares del objetivo que se fijaron.