Qué bien les ha tenido que sentar el café a los siete clientes que estaban en este establecimiento francés cuando, repentinamente, un caballo de carreras irrumpió en el local al galope sembrando el caos. Ocurrió en Chantilly, Oise, al norte de París, un lugar famoso por encontrarse una hípica de renombre donde se entrenan a los mejores potros de competición del país. 

El lunes 24 de septiembre, sobre las 10:00 horas, el animal decidió darse un paseo por el núcleo urbano, situado a un kilómetro de las cuadras. Vio la puerta abierta de la cafetería y no lo dudó: entró hasta la cocina galopando y obligando a clientes y camareros a refugiarse donde pudieron. "Entró empujando la puerta y corrió hasta el fondo, allí se dio la vuelta y salió por donde había venido, rompiendo una mesa y varias sillas", cuenta el dueño, Stéphane Jasmin, a Ouest France

Asegura que lo vieron venir, pero que nunca se habrían imaginado que el caballo acabase dentro del local, ubicado enfrente de la estación. "Cinco minutos antes había unas veinte personas en el mostrador, pero se habían ido a coger su tren sobre las 9:55", explicó Jasmin, de modo que la fortuna quiso que nadie resultara herido.

Dejó al jinete por el camino

El entrenador del caballo, Jean-Marie Béguigné, afirmó en el mismo medio que "en el recorrido entre la pista de entrenamientos y el establo el jinete se cayó y la potra escapó a la carretera. Cruzó una rotonda antes de entrar en el bar. Se trata de un hecho excepcional":

Béguigné sostiene que el animal tiene "es aficionado a las fugas", pero nunca había entrado en un bar. "Estaba angustiada y tomó una decisión contraria a su naturaleza". Finalmente pudieron atrapar al animal ileso en un aparcamiento y aparentemente no ha sufrido traumas.