Lo hemos visto miles de veces en películas. En el clímax de la comedia romántica de turno, después de que los protagonistas arreglen sus diferencias, ella se pone de parto. Eso obliga al protagonista -sí, puedes ponerle la cara de Hugh Grant- a conducir a todo trapo hasta el hospital más cercano entre gritos de dolor de la mujer. Generalmente llegan a tiempo.

La realidad, sin embargo, no siempre es tan respetuosa con las normas de tráfico. Y si no que se lo digan al protagonista de esta historia, que vio como su mujer daba a luz a su quinto hijo en el asiento del copiloto mientras iban de camino al hospital.

El vídeo es mágico y delirante a la vez. Eso sí, antes de proceder a verlo nos vemos en el deber de recordar que si los avatares de la vida te llevan a una similar situación, tienes dos opciones, a) mantener la sangre fría y seguir conduciendo hasta el hospital manteniendo tu atención en la carretera o b) parar y ayudar en lo que puedas a tu mujer, pero nunca c) seguir conduciendo mientras grabas a tu mujer con el móvil.

"Oh, ha tenido el bebé", dice el conductor mientras enfoca a su mujer con el teléfono, acelera y el recién nacido berrea a modo de saludo. "Me siento como si estuviera soñando", dice ella.

Pero quizá el momento más delirante del vídeo es cuando la cámara se gira al asiento trasero y vemos a una de las hermanas mayores con cara de quien descubre que hay verdura para cenar.

Cuando tu hermano nace delante de tus narices en el coche y a ti no te han puesto ni la sillita:

"Hubo algo más allá de lo especial en el hecho de dar a luz a mi propio bebé. Sin doctores, sin enfermeras, sin luces ni gente ocupada. Nada interrumpiendo el momento que debería ser el más especial para las familias cuando traen vida al mundo", escribió la madre en un post de Instagram. "La gente se queja de que no llegase al hospital. No entienden que lo que he experimentado no tiene comparación con nada que hubiera imaginado. Mi cuerpo se hizo cargo y el bebé nació en mis manos. Mi cuerpo no está hinchado y no lloré. Tenía a mi marido y a mis hijos a mi alrededor, y por cinco minutos, abrazamos todo lo que pasó sin interrupciones. Nuestra familia prefirió un caos único. Fue una locura, pero fue alucinante".

Su marido, por otro lado, ha preferido hacer un guiño a la marca de su coche, visto el enorme alcance del vídeo que lleva ya más de seis millones de reproducciones. "Nissan, creo que vamos a necesitar un coche más grande". Porque las referencias a Tiburón nunca están de más: