Google Maps es una herramienta genial sin la que muchos no sabríamos vivir en nuestro día a día. Lo usamos para comprobar si está abierta la farmacia o para ver qué línea de metro nos va mejor. Sin duda uno de los servicios más útiles que podemos encontrar en Internet. Sin embargo, útil como es, no parece tampoco un instrumento de alta precisión con el que coordinar maniobras militares. O sí.

En noviembre de 2010, el comandante nicaragüense Eden Pastora pensó lo contrario. Y todo parecía ir bien... hasta que invadió sin querer Costa Rica. Necesitó la mediación de la Organización de Estados Americanos, del Consejo de Seguridad de la ONU y una admisión de culpa por parte de Google para que aquello no se fuese de madre.

Los hechos fueron los siguientes: el 8 de noviembre de 2010 el gobierno de Nicaragua comenzó unas operaciones de dragado en el río San Juan, a cargo de las cuales estaba Edén Pastora, un antiguo miembro de las guerrillas sardinistas. En un momento dado, a lo largo de la costa de la isla Calero -una isla continental largamente disputada, pero que es reconocida como parte de Costa Rica desde 1897-, se toparon con una bandera costarricense.

Abajo con la bandera de Costa Rica y arriba la de Nicaragua 

Isla Calero Wikimedia

Pastora, en ese momento consultó Google Maps. Comprobando que aquella bandera se encontraba en territorio de Nicaragua, no dudó ni un momento en retirarla e izar la bandera de su país. ¿Cuál era el problema? Los de Mountain View habían regalado 2,7 kilómetros de más a Nicaragua.

Es decir: el ejército nicaragüense había entrado en territorio de Costa Rica, había quitado una bandera e izado la suya. Si eso no es una invasión de libro, que alguien nos explique qué lo es.

Evidentemente, a Costa Rica no le hizo mucha gracia todo este asunto. Laura Chinchilla, presidenta del país, aseguró que su dignidad "estaba siendo manchada", pidió la intervención del Organización de Estados Americanos y amenazó con elevarlo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El país no tiene ejército, pero envió a 150 agentes de seguridad encargados de reponer la bandera.

Nicaragua echó la culpa a Google, y Google admitió el error... en parte, porque aunque anunció que corregiría la frontera -cosa que hizo- echó la culpa al Departamento de Estado de EEUU, quien les había proporcionado los datos. Eso sí, no faltaron las declaraciones pirómanas de turno, a cargo del Ministro de Exteriores de Nicaragua que aseguró que los mapas de Google eran "absolutamente correctos".