Pocas cosas se toleran menos del comportamiento humano que ir por la vida tirándose pedos en público. Es una de las reacciones más denostadas de nuestros cuerpos; nos empeñamos en fingir que no existe, que nunca lo hacemos. Así que cuando alguien 'sale del armario' nos resulta inmediatamente un bicho raro. 

Imaginemos que, además, no solo se desahoga libremente delante de la gente, sino que lo hace a través de su cuenta de Instagram en la que tiene más de 45.000 seguidores. Es el caso de este guardia de seguridad que, bajo el sobrenombre de Paul Flart, sube los vídeos de sus flatulencias más sonoras. 

Lo que pasa es que el hombre llevaba seis meses haciéndolo desde su puesto de trabajo en un hospital de Florida y, claro, acaban de despedirlo por la vía rápida después de haber visto la cantidad de vídeos que aglutina en su perfil

Una mejor acústica

El formato de los clips es bien sencillo. Sale él en modo selfie, con el uniforme de guardia y mirando a la cámara en primer plano. Un par de segundos y se escucha, contundente, el pedo diario. Sus muecas indican si se ha quedado satisfecho o si se le ha ido de las manos:

El hombre ha explicado en Vice que escogía ese lugar de su trabajo porque "tiene una acústica realmente buena". Su carrera como tirador profesional de pedos comenzó con un vídeo que envió a su chat de amigos y fueron ellos los que lo animaron a abrirse el Instagram el pasado 26 de marzo. 

Durante todos estos meses su ventosidad diaria nunca faltó a la cita para regocijo de sus fans, que no paraban de crecer. Con la fama, suele ocurrir en estos casos, llegó también la alerta al hospital. Pero ojo, como les pasa a los grandes, no le han echado a la calle por cochino, sino por usar su móvil mucho durante su turno.

Explican en Mirror que cuando sus jefes le pidieron que parase él se negó. Siguió grabándose de uniforme y en una propiedad privada, algo que también es contrario a las normas del hospital.

A Paul Flart, que ya prepara merchandising y vídeos musicales, parece que haberse quedado en el paro no le importa mucho porque, dice, da "alegría y felicidad" a personas de todo el mundo. Cómo se nota que los móviles transmiten el olor...