Los osos panda son unos animales adorables, pero no serían precisamente la obra cumbre de la naturaleza a la hora de sobrevivir. El 99% de su dieta es el bambú, que no les sienta bien -debido a su estómago heredado de antepasados carnívoros-; se reproducen una vez al año, y si tienen más de una cría, abandonan a una. Los osos panda han estado años en peligro de extinción, y es una pena, aunque si aprendiesen un poco de supervivencia de las cucarachas o de las ratas es posible que consiguieran cambiar la tendencia.

La razón por la que los pandas suelen abandonar a una de sus crías para centrar sus esfuerzos en la otra no está clara. Hay quien piensa que es debido a que criar a dos retoños conlleva demasiado esfuerzo y energía, pero lo cierto es que es algo que suele terminar con la muerte del cachorro despechado.

Hasta ahora, porque los cuidadores del centro de pandas de Chengdu han dado con la forma de que estos animales cuiden de toda su prole, aunque eso sí, han necesitado ser un poco tramposos y han hecho creer a la madre, Lee Lee, que solo tiene un pequeño y, básicamente, le van dando el cambiazo 10 veces al día.

El proceso se puede ver en este extracto publicado por BBC Earth, narrado por el incombustible David Attemborough, cuya voz a sus 92 años sigue siendo inconfundible.

Para dar el cambiazo hacen falta dos cosas: una distracción y una gran confianza por parte del oso. Para tenerla entretenida, le dan un bol con miel mezclada con agua, y cuando está lo suficientemente confiada, aprovechan para quitarle el bebé -algo que no siempre es del todo fácil-.

Entonces, meten al pequeño en una incubadora mientras su hermano tiene su ronda maternal. Así han logrado que ambos tengan su dosis de leche materna. Un proceso que puede tener más importancia de la que parece, ya que puede permitir que un 100% de los animales nacidos en cautividad sobreviva, algo que fundamental en una especie que ya no está en peligro de extinción, pero que sigue caminando por el filo de la navaja.