Si algo nos han enseñado las películas de Hollywood es que en el arte del robo es fundamental la planificación. El círculo rojo, Ocean's Eleven, Heat o Atraco perfecto nos han enseñado que si algún día decidimos que lo nuestro es asaltar una caja fuerte llena de dinero primero debemos pasarnos tres cuartas partes de la película analizando, planeando, estudiando el terreno y reclutando los compañeros ideales para nuestra tarea.

No hay que dejar nada al azar. Luego, en el momento del asalto, algo ocurrirá que hará que todo el plan se tambalee y nos obligue a improvisar, pero incluso en ese momento de caos el conocimiento adquirido del terreno hará que nuestro ingenio y nuestra habilidad harán que logremos salvar el día.

Pero hay gente que todo eso de planear el golpe le parece cosa de cobardes, que lo que mola es ir haciendo sobre la marcha. Un buen ejemplo de esta teoría es el protagonista de este vídeo. En él se puede ver a todo un genio del mal que, tras muchos esfuerzos, logró abrir la cubierta que protegía una de las ventanas y acceder al interior... pero tal vez un poco de preparación hubiera servido para darse cuenta de la enorme estupidez que estaba haciendo...

To steal from a house. from r/therewasanattempt

Y es que el lenguaje corporal de la persona que reaparece tras ese mágico movimiento de cámara es el de una persona que está completamente derrotada y planteándose seriamente su vida. El vídeo grabado en Sudáfrica hace un año, pero que ahora se ha viralizado a través de Reddit, donde un usuario añadió digitalmente el zoom que logra darle ese maravilloso giro final. La versión original llevaba tiempo circulando en YouTube, pero sin mucho éxito. Un ejemplo más del poder que puede tener una buena, aunque simple, edición.

Todo parece tan perfecto que uno no puede evitar pensar que está preparado. Aunque también hay que recordar que si hay algo infinito, eso es la estupidez humana, y no todos los ladrones son Danny Ocean.

Solo hay que recordar este caso, que bien podrían ser los ladrones de Solo en casa. Solo que no les hizo falta un niño maquiavélico para acabar inconscientes.

O este otro ladrón, a quien la cajera encerró en la tienda y acabó suplicando de rodillas que le abriesen antes de que llegase la policía. Claro, no le abrieron:

O este otro ladrón, que se topó con un cliente del banco que estaba "de muy mal humor" y se dio cuenta de que su arma era falsa y acabó pagando su mal día con él, persiguiéndolo y atrapándolo en la calle:

En cambio, este otro lo puso mucho más fácil, quedando atrapado semidesnudo al intentar entrar por una apertura en la puerta. Tuvo que ser rescatado por la policía:

Y luego está este mito, que es un milagro que siga vivo: