La misión Apolo 13 es una de las más míticas de la historia de la exploración espacial, aunque sea por razones que sus responsables no hubieran deseado. Era abril de 1970 y era la séptima misión tripulada del programa lunar y la tercera vez que los humanos caminarían por nuestro satélite. Pero el 14 de abril a las 03:07 -hora Apolo- cuando la nave se encontraba a 321.860 kilómetros de la Tierra, uno de los dos tanques de oxigeno explotó. El resto es historia.

Una historia Ron Howard inmortalizaría en 1995 en una película que mandaría directa al lenguaje popular la frase "Houston, tenemos un problema". Por suerte, en la NASA trabajan un montón de personas muy inteligentes -como decía Andy Weir en El Marciano- que fueron capaces de improvisar un plan que permitió a James Lovell, Kenneth Mattingly y Fred Haise sobrevivir contra todo pronostico.

Toda adaptación cinematográfica -ya sea de novelas o de hechos reales- necesitan ciertos cambios para poder ser narrados de forma que se entiendan en dos horas, y que además todo sea entretenido. Uno de estos cambios se llevó por delante la figura de Frances Northcutt, conocida por sus amigos como "Poppy", quien ya tuvo un papel fundamental a la hora de calcular la órbita de la misión Apolo 8, la primera tripulada en rodear la Luna. 

Esta es su historia, tal y como la han recordado desde las redes sociales de Astrochat, un juego online:

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