Cada día se cometen millones de robos, algunos con más estilo que otros y algunos cuyo titular es tan absurdo que ni las autoridades lo creen cuando reciben el aviso. Y es que robar un reloj, un móvil, una moto o un coche entra dentro del cliché. Cuadros o diamantes ya es algo que tiene mucho glamour. Pero pocos podrían imaginar que se podía robar un tiburón, y mucho menos haciéndolo pasar por un bebé. Pues eso mismo ha ocurrido en el acuario de San Antonio, en Texas.

Evidentemente, se trataba de un ejemplar pequeño, concretamente suño cornudo que suele medir poco más de un metro. Todo ocurrió sobre las 3 de la tarde del sábado, cuando el acuario estaba lleno de visitantes. Las cámaras de seguridad captaron como tres hombres sacaron al animal de la pecera, abierta, donde los visitantes pueden tocar a algunos animales, sin que aparentemente nadie de los presentes se diera cuenta de lo que sucedía -o tal vez pensaron que eran empleados del recinto-.

Salen de plano y a los pocos segundos vuelven a entrar con el animal envuelto en una manta húmeda, lo meten en un carrito de bebé y se marchan.

Los responsables del acuario tardaron tres cuartos de hora en darse cuenta de que les faltaba un animal, pero gracias a las grabaciones pudieron rastrear a los cacos hasta una furgoneta roja, tras lo que avisaron a la policía. "Habíamos visto muchos gatos y perros robados, pero nunca un tiburón", declaró a ABC el jefe de policía de Leon Valley, Joseph Salvaggio. "Al principio pensábamos que era una broma, especialmente teniendo en cuenta que empezaba 'la semana del tiburón', pero resulta que alguien había entrado en el acuario y se había llevado un tiburón".

También explicó que "claramente sabían lo que hacían", ya que fueron expresamente a por un animal que puede sobrevivir dos horas fuera del agua siempre que tenga las branquias húmedas. Los ladrones fueron detenidos en menos de una hora y el animal fue devuelto al acuario en perfecto estado después de su loca aventura por el exterior.