Hay pocas cosas más americanas que Arnold Schwarzenegger -que es austriaco-, excepto quizá un tanque M47 Patton II como los que usó el ejército estadounidense para (intentar) patear el culo a esos malditos comunistas en la Guerra de Corea, allá por 1950. Además, llevan el nombre del General George S. Patton, el más testicular de los oficiales americanos.

El exgobernador de California participó en el programa de CNBC Make It, un programa sobre liderazgo y emprendimiento, que por alguna razón pensó que utilizar un tanque para aplastar una limusina está relacionado con su temática. Pero qué más da.

Así, reunieron a Schwarzenegger y al presentador Jay Leno y les prestaron este juguetito hecho con 50 toneladas de libertad y una pobre limusina que moriría por el bien de la tele-espectáculo.

Muchos de los tanques americanos usados durante los años 50 y 60 fueron vendidos al ejército austriaco, de forma que cuando al actor le tocó hacer el servicio militar aprendió a conducirlos. En 1991 -en pleno auge de popularidad- pagó 20.000 dólares para llevar a EEUU ese mismo tanque, que por otra parte el ejército austriaco le entregó de forma gratuita.

Ahora lo usa para motivar a chicos con problemas en los estudios. "Si siguen en el colegio, su recompensa es venir aquí y conducir tanques conmigo", explica a Leno. Y, claro, la respuesta que recibe es obvia: "y si no siguen ¿qué haces? ¿los aplastas?". Todo lo que sea que los jóvenes sigan estudiando es bueno, pero que la razón sea la posibilidad de romper cosas igual no es la opción más madura.

"Vamos a subirnos y lo primero que encontremos, lo aplastamos".

Y casualmente, ahí estaba la pobre limusina, que Terminator aplastó con una malvada risa.

No es la primera vez que Arnold luce tanque. En 2014 ya lanzó una campaña benéfica en la que ofrecía la posibilidad de aplastar cosas con su tanque, y el vídeo que compartió en YouTube es sencillamente glorioso: