¿Te gusta conducir? El famoso lema del anuncio de BMW encaja perfectamente en ese aura que posee el coche, un vehículo que no solo te lleva de un punto a otro, también permite que disfrutes la experiencia gracias a su habitáculo, potencia, por lo que evoca el coche en sí... Vale, conducir puede ser un placer, pero también un horror. Especialmente cuando no te conoces la carretera y las condiciones ambientales no son las mejores. ¿Y si elevamos este binomio a la máxima potencia?

Hay carreteras por las que no te meterías con el coche a no ser que carecieses de alternativa. Caminos que bordean acantilados y por los que puedes asomarte a la muerte con solo sacar la cabeza por la ventanilla, carreteras que se adentran en lo desconocido y por las que apenas circula nadie, pistas de hielo que son la única vía de comunicación para pueblos permanentemente helados... Olvida la autopista, la nacional y la comarcal por la que conduces para llegar en verano al pueblo: las carreteras que te proponemos son una auténtica aventura. Una aventura peligrosa en algunos casos.

Toca armarse de valor, asegurarse de que el depósito de gasolina está hasta arriba, recuerda llevar un kit básico de supervivencia, también provisiones para varios días. Parece algo exagerado, pero será mejor que el coche no te deje tirado en medio de la nada.

Carretera del Karakórum

Esta gigantesca carretera une dos países asiáticos y transcurre por alturas superiores a los 4000 m. Terminada de construir en 1982 por Pakistán y en 1986 por el lado contrario, China, la gigantesca travesía asfaltada de 1300 km transcurre por barrancos, entre desfiladeros, atraviesa glaciares... Es una de las grandes maravillas del mundo y también una de las carreteras más peligrosas, y hermosas, de la Tierra. 

Carretera que une Sichuan y el Tíbet

Teniendo en cuenta las condiciones extremas del Tíbet y su enclave en el Himalaya, resulta lógico que las carreteras que brindan provisiones y comunicación a sus habitantes sean extremas. Es el caso de la autopista que va desde Sichuan al Tíbet. No es que la carretera sea peligrosa en toda su extensión, de más de 2000 km, pero sí que tiene puntos en los que hay que echarle valor para pasar. Especialmente en invierno. 

Cañón de Añisclo

No solo hay carreteras peligrosas en el extranjero, que en España también tenemos una buena colección. Una de ellas es la que asciende al Cañón de Añisclo, en Huesca: algo más de 34 km en el Parque Nacional de Ordesa y el Monte Perdido. La carretera es de un solo sentido, mantiene tramos algo precarios y asciende entre todo tipo de accidentes geológicos. Transitar por ella, especialmente cuando llueve o nieva, también conlleva el riesgo de accidentes.

Camino a los Yungas

Bolivia tiene una de las carreteras más peligrosas del mundo. Y no lo decimos nosotros, es literalmente así: esta carretera que une la ciudad de La Paz y la región de los Yungas también se la conoce como "El camino de la muerte". Anchos de 3 metros, caídas al abismo sin guardarraíles... Para conducir a los Yungas hay que armarse de verdadero valor.

La carretera D915

Turquía tiene el honor de acoger a otra de las denominadas "peores carreteras del mundo". Su nombre es la D915, tiene algo más de 100 km y para conducir por ella se necesita valor y un vehículo apropiado. También no tener vértigo: mirar por la ventanilla en una de las curvas arroja vistas de impresión y por encima de los 2000 metros. Casi nada

Ruta Nacional 3 en Tierra de Fuego

Esta enorme carretera argentina cruza el país de norte a sur llegando casi hasta el extremo del país. El último tramo tiene el honor de ser la carretera asfaltada más al sur del mundo; de ahí su peligro: viajar por ella con tiempo adverso o en invierno puede suponer una catástrofe. En primavera muchos argentinos se acercan con el coche hasta Ushuaia, última ciudad de la Ruta Nacional 3. 

Ruta 622

Islandia. Península de  Westfjords. La ruta 622 es una carretera de algo más de 20 kilómetros que circula por un terreno casi salvaje y en un entorno donde las condiciones climatológicas son extremas. Es una ruta solo apta para vehículos y conductores preparados. Aunque eso sí, la belleza del paisaje es tal que compensa el riesgo. O tal vez no...

Carretera Sa Calobra

Esta carretera, situada en Mallorca, no es peligrosa por el terreno o por las inclemencias meteorológicas, sí por lo empinado de su trazado, la estrechez de la calzada y sus innumerables curvas y revueltas. De hecho, una de las curvas más conocidas es la "Nus da sa corbata", un espectacular giro de 360 º con el que el conductor pasa por debajo de la propia carretera. El trayecto es absolutamente espectacular.

Si te has quedado con ganas de visitar virtualmente más carreteras, o estás planeando un viaje a los caminos más peligrosos del mundo, te recomendamos visitar esta página: tiene la mayor recopilación de carreteras peligrosas que te puedas imaginar.