La madre de Sydney Loofe llamó a la policía cuando su hija no volvió ni a casa ni al trabajo al día siguiente de haber quedado con una mujer a la que había conocido en Tinder. La denuncia por la desaparición se tramitaba el pasado mes de noviembre y las autoridades de Nebraska abrían una investigación.

La última información que tenían acerca de la joven era una foto que ella misma había subido a su cuenta de Snapchat, en la que escribía que estaba "lista para mi cita". Después de eso, nada más se supo de la joven de 24 años hasta que sus restos mortales fueron hallados en un campo de la localidad de Edgar.

La policía encontró su móvil a más de 60 kilómetros de su apartamento. Fue entonces cuando averiguaron que la chica había quedado con Bailey Boswell, una joven de 23 años con la que se había intercambiado unos 140 mensajes en Tinder. Ahora ella y su pareja, un hombre de 51 años llamado Aubrey Trail, están siendo juzgados por asesinato.

No fue hasta el mes de diciembre cuando encontraron el cuerpo descuartizado de Loofe, que según las primeras pesquisas habría muerto por estrangulamiento. Los dos sospechosos fueron sorprendidos con las herramientas que, supuestamente, había usado para desmembrar a la joven y que adquirieron en una gran superficie el mismo día de la cita, el 15 de noviembre. 

Una fantasía sexual

Los presuntos asesinos, según al información que recoge The Sun, han declarado este pasado martes ante el Tribunal, asegurando que la muerte de la chica fue accidental. Según la versión de Trail, Loofe se había prestado a un trío con él y su novia para cumplir con una "fantasía sexual".

Afirmó que su novia estaba drogada en otra habitación cuando la víctima "se asfixió accidentalmente durante el acto sexual con un cordón que tenía alrededor del cuello", insistiendo en que "se suponía que esto no acabaría así, no quería que ella fuese a morir".

Aunque ahora han reconocido ante el juez que están involucrados en la muerte de Loofe, en un principio los dos acusados publicaron un vídeo negándolo todo, pero las cámaras de las superficie comercial donde adquirieron las herramientas para asesinar supuestamente a su víctima han registrado todos sus movimientos.