Menudas batallas que tenían que librar nuestros padres cada vez que nos encontrábamos de pequeños con una máquina de peluches. Qué imán para los niños, qué obsesión teníamos y qué de euros (más bien pesetas) hemos malgastado intentando atrapar un muñeco que siempre se nos acababa escapando por los pelos en el último segundo.

A medida que íbamos creciendo comprendimos que la cosa dependía de algo más que nuestra destreza y empezamos a darlo por imposible. Ahora quizás nos quede alguna esperanza gracias a este estudiante chileno que ha querido compartir su sabiduría con el resto del planeta. 

Se llama Javier Lizana y tiene la táctica de pesca de peluches más que depurada. Es capaz de atrapar diez peluches en 15 minutos, dice en su entrevista con el portal ASITALCUAL.cl. ¿El truco? Generar una oscilación en la garra colgante y después bajarla bruscamente sobre nuestro objetivo. 

Relata que su primera vez en esto de las máquina fue un día con sus amigos en un cine. "Empezamos a mover la garra y nos dimos cuenta que generalmente las máquinas, cuando levantaban un mono, lo soltaban al llegar arriba. Muy pocas veces la máquina arrastraba los peluches a la caja", cuenta.

"Un amigo logró sacar uno moviendo en vaivén la pinza. Intenté sacar el mío con esa técnica hasta que logré hacerlo. Entonces desde ahí comencé a jugar, empecé a pulir la técnica, tener experiencia y sacar peluches", señala este estudiante, cuya novia, reconoce, empieza a estar un poco "harta" de la cantidad de dinero que invierte en este peculiar hobby.