Ningún presidente de Estados Unidos había utilizado Twitter como lo hace Donald Trump. Tampoco es muy difícil, ya que durante la existencia de la red social del pajarito únicamente hemos visto a tres presidentes. Con todo, se hace difícil pensar que algún otro habitante de la Casa Blanca hubiera tuiteado como él. ¿Os imagináis a Kennedy llamando "gordo" a Kruschev por Twitter durante la crisis de los misiles cubanos?

Pero más allá de la retórica agresiva, de su afinidad por comentar lo que dan en televisión y de asuntos como el 'covfefe', hay otro aspecto que caracteriza los mensajes en 140 280 caracteres es lo mal escritos que están, con errores de todo tipo: ortográficos, gramaticales y tipográficos. 

Mayúsculas aleatorias y frases sin acabar

Eso había sido señalado por muchos como un síntoma de que los menajes eran escritos por él y sin filtro. Sin embargo, según una información publicada por el Boston Globe esto puede no ser así: dos fuentes de la Casa Blanca han explicado al diario que el equipo de Donald Trump introduce estos errores deliberadamente para que parezcan la escritos por el presidente.

Una voz poco institucional y caótica, capaz de pasar de un tema a otro completamente distinto para nunca retomar la idea original. Según el diario, para que sus tuits se parezcan a los de Trump escriben palabras con mayúscula de forma aleatoria, abusan de los signos de exclamación o dejan frases sin acabar, además de los ya mencionados errores ortográficos.

Si una virtud tiene el perfil de Twitter, además de que puede iniciar una guerra nuclear en cualquier momento, es que parecía realmente natural e improvisado, pero lo cierto es que parece que no es tan así como podría parecer.

Una sospecha que no es nueva

La sospecha de que muchos de los tuits eran escritos por su equipo no es nueva y llega desde el principio de su campaña electoral. Muchos se dieron cuenta de que los tuits en los que anunciaba eventos eran enviados desde un iPhone, mientras que las cargas agresivas escritos de madrugada se escribían desde un teléfono Android. Desde que es presidente, en teoría, no tiene acceso a un teléfono personal y ahora casi todos los mensajes se envían desde un teléfono de Apple.

The Atlantic utilizó estos datos y una inteligencia artificial para analizar crear un bot capaz de analizar sus tuits y calcular la posibilidad de que hayan sido escritos por el presidente o por un miembro de su equipo.

Por ejemplo, calculó un 84% de posibilidades de que el mensaje en el que llamaba "fracasado" al New York Times fuese escrito por el presidente.

La ocasión en la que cargó contra el ex director del FBI por filtrar datos a la prensa, calculó un 99% de posibilidades de que sean de Trump:

¿Los recuerdos a Barbara Bush? Un 3% de posibilidades de que sean suyos:

La alegría por la vuelta a casa de su esposa tras el paso por el hospital. Posiblemente tampoco sea suyo:

En todo caso es difícil saber qué es más inquietante, que los insultos a Kim Jong Un hayan salido de un calentón de Trump o de la mente calmada y -teóricamente con más filtros- de un empleado de la Casa Blanca.

Este es el maravilloso mundo en el que nos ha tocado vivir.