Hay hombres que se autodenominan "célibes involuntarios" y no dudan en señalar a las mujeres como las culpables de ello, promoviendo todo tipo de represalias contra ellas y los varones que sí mantienen relaciones sexuales. Se trata de los Incel, un colectivo que podría estar implicado en varios ataques.

Uno de ellos, sin ir más lejos, sería el ocurrido el pasado 21 de abril en Toronto, donde Alek Minassian se subió a una camioneta atropellando a varias personas y provocando la muerte de diez, ocho de ellas mujeres. 

Las investigaciones policiales son las que han puesto la pista en el movimiento incel, después de encontrar un mensaje en el Facebook del atacante donde aseguraba que "¡La Rebelión Incel ya comenzó! ¡Derrocaremos a todos los Chads y Stacys!", refiriéndose a los hombres que sí mantienen sexo y a las mujeres que, supuestamente, les rechazan. 

En el mismo texto, además, Minassian nombraba a Elliot Rodger, el autor de la masacre de Isla Vista, en California, que tuvo lugar en el 2014, cuando mató a seis personas antes de suicidarse. Antes de perpetrar su crimen, explicó en un vídeo de YouTube que deseaba castigar a las mujeres por rechazarlo y a los hombres con una vida sexual activa. 

Rodger envió por correo a familiares y amigos un documento titulado "Mi mundo retorcido" -My Twisted World-, que ha sido asumido como una especie de manifiesto por los incel, que están organizados en torno a la plataforma incels.me. Él fue el primero que empleó los términos Chad y Stacy, según la información que recoge El País

Aunque el origen de los Incel no está claro, se ha popularizado el término en las últimas horas gracias al hilo de Ernesto Filardi (@HacheFilardi) donde explica la historia a raíz del atentado de Toronto:

En los foros incel, donde está prohibido el acceso a mujeres, es normal leer incitación a la violencia contra las féminas y la violación. El pasado mes de febrero, sin ir más lejos, un fragmento de uno de ellos se hizo viral en Twitter:

En el texto explicaba un usuario su sensación cuando persiguió a una joven de 14 años por la calle, describiendo que "esa sensación cuando sigues a una chica y se da cuenta de tu presencia es buena. Eres importante para ella. Ya no eres una cara insignificante entre la multitud". Una afirmación para que reflexionemos todos.