El fotógrafo finlandés Ossi Saarinen está especializado en fotografía en la naturaleza. Sus retratos de los animales en su propio hábitat, con primeros planos espectaculares, son realmente impactante. Aunque, a decir verdad, las imágenes que lo han hecho más conocido fuera de su país han sido las de estos pájaros que bien podrían haber sido el modelo en el que se basaron los creadores del juego Angry Birds.

Aunque pilladas por sorpresa, las aves muestran ante la cámara todo tipo de poses humanizadas. Las hay cabreadas, pero también burlonas. La verdad es que en conjunto son adorables e incluso alguna de ellas come de la mano de Ossi sin problema.

El fotógrafo pasa horas en el bosque, incluso en invierno a unos -20 grados, con el propósito de llegar a entablar una especie de amistad con la fauna local, a la que parece caerles bastante bien. Su objetivo, dice en su web, es que “inspiren a la gente para cuidar más la naturaleza”.