Una vez que ya hemos encontrado pareja -gracias a alguna aplicación o, cada vez menos probable, a un choque en la vida real-, puede que nuestras circunstancias (o el calentón del momento) nos obliguen a buscar un lugar furtivo donde dar rienda suelta a nuestra pasión.

Ahora ya no tendremos que gestionar el estrés de no saber qué rumbo tomar aunque estemos fuera de nuestra ciudad. El portal Mispicaderos.com lleva tiempo haciéndonos el trabajo sucio, pero ahora ya cuenta más de 12.000 “picaderos” repartidos por todo el país.

Vice ha dado con el responsible de la hazaña, un diseñador web bilbaíno de 34 años que prefiere conservar su anonimato haciéndose llamar Josean G., explican, y que lleva desde 2009 haciendo crecer su idea, que nació “sin grandes pretensiones”.

Buscar y recomendar

Con solo registrarte puedes contribuir a agrandar la lista de picaderos, puntuarlos y dejar tus comentarios. El buscador se sirve de la API de Google Maps, así que podemos filtrar las búsquedas y localizar los rincones en las zonas que tengamos más a mano, así como seleccionar tus favoritas dependiendo de tu orientación sexual, de tu medio de transporte o de la privacidad que necesites.

La idea de este joven vasco surgió “un día que se me ocurrió usar Google Maps para geolocalizar picaderos porque pensé que sería muy útil para la gente y comprobé que no existía ninguna, así que me puse manos a la obra”, relata. Admite que “no me da para vivir”, de modo que tiene que trabajar como diseñador por cuenta ajena.

“Gracias a las visitas he podido sacar algo de dinero con banners de publicidad, pero poca cosa”, explica, aclarando que él mismo hace todo el trabajo: “Soy el ideador, diseñador, programador y mantenedor. Aparte, un amigo me lleva el tema de Facebook y Twitter”.

El primer 'picadero'

Cuenta Josean G. que el primer lugar marcado en su web fue en Artxanda, “un lugar mítico para los bilbaínos, un picadero de los de toda la vida”. Ese lo puso él mismo y, los siguientes, “entre amiguetes y conocidos”. Fue tiempo más tarde, al viralizarse la web, cuando “la gente empezó a mandarme más y más picaderos”.

Ahora nosotros mismos podemos añadir los picaderos que faltan fácilmente, pero no solo eso. En la web también podremos adquirir camisetas y descargarnos la app para tener un acceso más sencillo a nuestros rincones sexuales favoritos.