Irlanda es una isla, sin lugar a dudas, uno de los parajes más singulares de todo el mundo. El país es conocido por sus verdes valles y praderas, sus pelirrojas gentes y pos sus sedes de multinacionales con suculentos beneficios fiscales. Y además, por si esto fuera poco, los habitantes de un pequeño pueblo del sur, también son conocidos por sus constantes erecciones.

Esto se debe a la proximidad de una fábrica de la marca Pfizer que es quien manofactura la Viagra.

Los vecinos han "disfrutado" por cerca de veinte años de los "beneficios" de tener la planta de producción tan cerca, según podemos leer en el Irish Post. Al parecer, y según relatan varios vecinos, los gases emitidos por la fábrica hacen que los hombres del pequeño pueblo estén "en pie de guerra" constantemente. Pero, no sólo afecta a los humanos, los perros también van con el pintalabios fuera todo el día.

A pesar de que la compañía niega los hechos y un representante ha alabado las medidas de seguridad y tratamiento de deshechos de la empresa. Sin embargo, Fiona Toomey, una enfermera psiquiátrica que ha regresado recientemente al pueblo, dice estar convencida de que antes de que todo estuviera bien regulado hubo algún tipo de filtración al subsuelo y los componentes químicos pasaron al agua del pueblo.

Esta historia puede que sea una de las mejores campañas turísticas que he visto en años.