Que Batman no sea un superhéroe al uso no le impidió convertirse en uno de los personajes más queridos de toda la historia de los cómics. Tiene carisma, dinero para comprar casi lo que le apetezca, posee un entrenamiento más propio de un marine ninja que de un ricachón... Y claro, dado que no tiene superpoderes más allá de los fajos de billetes, también es uno de los personajes de cómic que más fácil resulta de encarnar. Así lo ha demostrado Michelle Khare.

Michelle era una editora de BuzzFeed que decidió partir en solitario para seguir su carrera como youtuber. Una de sus inspiraciones recurrentes es el cine de acción: ya alcanzó la viralidad con un vídeo publicado hace cinco meses, "Why I left BuzzFeed". El vídeo, que parece el tráiler de una película de Marvel, le dejó con una "espinita" que se ha quitado recientemente. Porque no es lo mismo rodar unas escenas de acción que convertirse en Batman, Michelle Khare decidió meterse en el papel con todas sus implicaciones. Mes de entrenamiento incluido.

La premisa era concreta: Michelle quería rodar una escena de acción a lo Batman tal y como puede verse en la última película donde participa el personaje, "La Liga de la Justicia". Como darse de leches encarnando a Bruce Wayne es cualquier cosa menos sencillo, la youtuber decidió confiar en todo un equipo de especialistas entre los que, además, se encontraba parte del plantel de la propia película. Clases de lucha y defensa personal Krav Magá, profesores que le enseñaron las técnicas que usan los especialistas de cine y la guinda del pastel: Michelle entrenó con Jack Dagger, un experto en el lanzamiento de cuchillos que instruyó a la youtuber en el uso del Batarang. Casi nada.

Un mes de entrenamiento resumido en un vídeo de 16 minutos que termina en una apoteósica escena de acción a lo Batman. El resultado es espectacular y al alcance de cualquiera que le dedique tanto esfuerzo y tiempo como Michelle. ¿Quién no querría ser Batman?

Aparte de lo que ha conseguido Michelle entrenando duro durante un mes, vale la pena detenerse en los créditos del vídeo para descubrir el enorme equipo que lo ha hecho posible. Si creías que un vídeo de YouTube era sencillo y rápido de hacer, este demuestra que para conseguir un contenido de calidad se necesita casi el mismo esfuerzo que para la televisión o el cine.