Te puede gustar más o menos. Te puede parece histriónico. Te puede parecer raro. Te puede parecer un falso, un aprovechado o un inadaptado. Te puede parecer lo que quieras, pero eso no cambiará lo que es el Rubius: un creador de contenido que ha moldeado a la juventud actual.

Es por eso que cuando se anunció hace unos días que Rubius tendría una serie de ánime hecha con Movistar+ la gente se rió, se indignó y, en resumidas cuentas, no aceptó lo que se acababa de anunciar. Mucha gente lo llamó pesetero por querer sacar más contenido pero en Japón, por ejemplo, lo más normal es sacar un manga y, si triunfa, sacar un ánime. En ese sentido no está haciendo nada que no se haya hecho ya, pero ya sabemos cómo es la gente por aquí.

Porque no estamos hablando de una persona de 27 años normal y corriente. Para que nos hagamos una idea, un tuit del Rubius fue el primero en tener más RT en España y el más retuiteado de todo 2016.

Para que nos hagamos una idea: Rubius es a la juventud de hoy en día lo que Ana Rosa Quintana es a sus madres. Si el primero tiene un comic, la segunda tiene una revista; si la segunda tiene una línea de cosméticos, ¿para cuando la crema de noche Rubius?

Fuera de Youtube

Fuera de lo que es el medio natural donde mejor se mueve, Rubén ha intentado hacer dos cosas: pinchar música y hacer cómics. La primera se le da "bien" pero nunca se supo si la gente iba a verlo más por su talento o por su fama. Las malas lenguas hablan que por la segunda.

Con los comics ha conseguido algo que pocos youtubers han hecho: publicar tres volúmenes con unas ventas más que interesantes. Evidentemente el protagonista de la historia es él y todo gira alrededor de los videojuegos.

También publicó un libro en el que animaba a los lectores a realizar retos un tanto infantiles, para qué negarlo. El caso es que tuvo una gran acogida, sobre todo en América Latina donde vendió cerca de 100.000 unidades.

Youtube

Hasta la llegada de Youtube y su popularización, una de las maneras para llegar a millones de personas era a través de la televisión. Pero allí hay más gente detrás de las cámaras que delante y el problema es que tienes que gustarle a ellos para que te acerquen al público. Todo cambió con la red social de vídeo.

Los adolescentes, que son el motor de revolución social, son personas que tienen los sentimientos a flor de piel. Lo que hay en la televisión no les interesa, y menos ahora que están todo el día hablando de conflictos que a nadie importan, porque sólo ven a personas que se parecen a sus padres. Youtube permitió conocer a otras personas y otras realidades, pero sobre todo permitió conocerlas de verdad.

Rubén, que es el verdadero nombre del Rubius, ha sabido conectar con su generación de una manera que nadie más ha sido capaz. Habla sin guión, soltando tacos y cada pocas palabras hace referencias en inglés con expresiones como "what the fuck" o "oh my god" que todos hemos oído en series americanas. Sus vídeos están salpicados de cortes, giros de cámara, música y cortes de voz en off que hacen referencia a la cultura actual.

Es como coger un megamix de los 90 y mezclarlo con El Informal y Humor Amarillo: todo rápido, cortado, sin pausa. Es el fútbol inglés sin tregua ni trinchera, no hay descanso ni posesión. Y es lo que hay, y lo que siempre hubo, en la adolescencia y la juventud. Solo que en este caso lo podemos ver en YouTube.

Rubén ha crecido con los adolescentes del país y ellos con él. Se ha creado un revuelo increíble sobre su pareja y se especuló sobre sexualidad en numerosas ocasiones. Sin embargo nunca se a hacer de su vida personal un espectáculo, y eso hay que reconocérselo. Tan solo ha concedido dos entrevistas: una en televisión a Risto Mejide y otra en papel para el diario el Mundo. Con la primera no quedó totalmente contento y con la segunda montó en cólera y dijo que no volvería a conceder ninguna. A él no le hace falta una entrevista para una televisión o un periódico, su público no está ahí.

Se ha hablado mucho del Rubius y mucho más se va a hablar y de lo que realmente estaremos hablando es de la juventud. Ese período en el que la vida es cambio y sentimiento constante y lo único que sabes es que quieres ser tú mismo. Pues bien, Rubén lo ha conseguido y ha demostrado a los chicos y chicas que lo ven que se puede ser uno mismo.