El destino de la humanidad, a veces, está decidido por pequeños accidentes, pequeñas decisiones. En esta historia se demuestra que la teoría del "Efecto mariposa" es tan real como las matemáticas ya que el protagonista, Stanislav Petrov, nos salvó de la guerra nuclear hace 34 años.

A principios de septiembre de 1983, la URSS derribó un avión surcoreano de pasajeros que estaba en espacio aéreo soviético. Entre los pasajeros había varios ciudadanos estadounidenses. Este incidente provocó que la OTAN activase unos ejercicios de pruebas que el KGB, el antiguo servicio secreto ruso, interpretó como los preparativos de un ataque contra su país.

Días más tarde, En la madrugada del 26 de septiembre de 1983, Stanislav Petrov se encontraba de guardia en el búnker Serpujov-15, desde donde se coordinaba la defensa aeroespacial rusa. Su misión era sencilla: verificar y alertar de lo que detectasen los radares y satélites soviéticos para así poder tomar la mejor decisión posible y contraatacar si fuera necesario.

Apenas unos minutos después de la medianoche, un satélite ruso notificó del lanzamiento de un misil balístico intercontinental desde Montana dirigido hacia la URSS. Su llegada era inminente. Pero Petrov no creyó lo que le decía el satélite y pensó que debía tratarse de un error ya que "no tenía sentido que los americanos atacasen con un solo misil". Minutos más tarde el mismo satélite informó que cuatro misiles más se dirigían a suelo ruso.

Pero Petrov seguía pensando que cinco eran muy pocos misiles, sobre todo considerando que los EE.UU. tenían miles de misiles y que si vas a golpear, más vale golpear más fuerte. Así que decidió esperar a hacer nada ya que el satélite que informaba tenía ciertas peculiaridades que luego se confirmaron. Una extraña conjunción entre el Sol, la Tierra y el satélite OKO causó la notificación que resultó ser una falsa alarma.

A pesar de todo

Gracias a Stanislav Petrov y su sangre fría hoy nuestro mundo está libre de guerras nucleares. Sin embargo en la URSS su acto no fue considerado heroico, al contrario. Sus superiores consideraron que debía haberlos informado y no haber tomado él la decisión y lo reasignaron a un puesto inferior.

Como era de esperar, nadie informó del incidente y no fue hasta finales de los 90 y principios de los 2000 que su historia empezó a conocerse. De hecho se le concedieron varios galardones en la ONU, Australia, Alemania o Paris e incluso Kevin Costner hizo un documental sobre su hazaña. Esperamos que su recuerdo sirva para guiarnos.