La noche es oscura y llena de horrores. Nunca sabes qué criatura inmemorial puede aparecer de las profundidades, haciendo que te plantees todo lo que creías saber, las reglas del universo que creías saber y tu propia cordura. Criaturas que te persiguen cuando cierras los ojos y los vuelves a abrir, entidades que entran hasta lo más profundo de tu subconsciente para resurgir cuando estás tranquilo. Por ejemplo, los ratones.

Eso es lo que ha ocurrido a un joven brasileño, que decidido a deshacerse del roedor que rondaba por su casa, se dirigió a su cuarto de baño para obligarlo a salir de su escondite con una escoba para que sea presa de su lindo gatito.

Parecía el plan perfecto, pero su confianza se viene abajo en el momento en el que el ratón que rugió surge de su madriguera...

Tras unos segundos de pánico absoluto de dueño y gato, el humano sale escopetado, cerrando la puerta tras él sin darse cuenta de que su feroz mascota también quería huir. Poco después, el baño es el reino del ratón.

Si bien la reacción del dueño parece algo sobreactuada, parece más difícil que el gato simule pánico al intentar creerse Spider-man y huir del ratón subiéndose por las paredes. Parece que tendrán que volver, y esta vez armados con un lanzallamas por lo menos.

Aunque en defensa de este minino, debemos decir que no es ni mucho menos el primero de su especie que es puesto en serios problemas por un ratón. Y es que a veces ser el depredador natural no es fácil: