Corría el año 2010 cuando un estudiante del Royal College of Art de Londres y aspirante a doctorado presentaba el diseño de una montaña rusa que causó conmoción. No tanta como la conmoción que provocaría en los supuestos pasajeros, pero sí la suficiente como para que se conociera a la atracción con el sobrenombre de la montaña rusa de la eutanasia (Euthanasia Coaster). Y no era porque la atracción estuviese pensada para arrojar emociones tan fuertes como para rozar la muerte, sino porque el diseño iba justamente en ese camino: a matar a los pasajeros.

Julijonas Urbonas no solo mostró el diseño, también construyó una maqueta a escala de cómo estaría construida y cuáles serían sus dimensiones en proporción. La "montaña rusa de la muerte" tendría una altura de 510 metros, más de 3,6 veces la altura de la mayor montaña rusa construida del mundo, la Kingda Ka (en Nueva Jersey, 139 metros). El recorrido total de hipotética atracción mortal sería de 7 500 metros; con una duración de 3 minutos y 20 segundos para su caída casi en vertical y sus 7 loopings consecutivos. Sería muy extraño que una persona sobreviviese a semejante viaje: con velocidades superiores a los 336 km/h y fuerzas en los giros que alcanzarían los 10 G el cerebro dejaría de recibir oxígeno sobreviniendo la hipoxia isquémica y, posteriormente, la muerte cerebral. Siempre en teoría, no está demostrado que el diseño de esta montaña rusa realmente acabe con el 100 % de sus pasajeros.

La idea no era la de poner a prueba a todos los valientes que alardean de subirse a las montañas rusas como quien se sube a la bici para ir a comprar el pan, sino que se trataba de una manera automatizada y sin dolor de cumplir con el deseo de la eutanasia. Julijonas planteaba su idea como una hipotética solución al alargamiento de la vida en los seres humanos gracias a los enormes avances en el campo de la medicina. Podría llegar un momento en el que las personas quisieran dejar de vivir y buscasen una manera agradable y elegante de cumplir ese deseo. De hecho esas son las palabras empleadas por el creador de la montaña rusa de la muerte.

"... El viaje fatal se hace agradable, elegante y significativo".

Puedes ver las declaraciones de Julijonas Urbonas en el siguiente vídeo donde el artista presenta su proyecto en el certamen New Technological Art Award 2012 de Bélgica

Y esto no es todo, que puedes darte un paseo virtual por la atracción en discordia, la Euthanasia Coaster. No existe ni seguramente se construya jamás, pero varios diseñadores de animación en 3D han recreado los planos para que sintamos las "emociones fuertes" de viajar en uno de esos vagones.