Atendiendo al mero volumen de tuits generado en las horas siguientes al debate de las primarias socialistas, Susana Díaz, con más de 40.000, podría decirse la vencedora. Pero al igual que ocurrió con Pedro Sánchez y los avales, le ha salido un competidor que le pisa los talones: Patxi López, con unos impresionantes 30.000. Una cifra notable habida cuenta que el exlehendakari no cuenta con la maquinaria de la presidenta andaluza, en donde no se duda en utilizar un discutible y masivo "copia y pega".

Y es que no hay nada que nos pueda gustar más que la historia de un reto imposible. Tenemos debilidad por el último cachorrito de la camada al que nadie quiere adoptar. Por el deportista que se empeña una y otra vez en salir a jugar aunque nadie le pase el balón. Si bien López no habrá conseguido que las primarias del PSOE dejen de ser cosa de dos, su persistencia ecuánime se ha alzado con la victoria moral de llegar al corazoncito de quienes seguían el debate en redes. 

Y es que Patxi López ya partía mal, desde que la recogida de avales lo colocase a una distancia cósmica de Pedro Sánchez y Susana Díaz.

Las comparativas con otro candidato fracasado, Manel en Eurovisión, eran inevitables.

Comenzó el debate más esperado. La agresividad entre Díaz y Sánchez dejaba a López avasallado, incapaz de meter baza.

Cuando no era motivo de burlas por su pasividad, las malévolas suspicacias se cebaban con él, cómo si se estuvieran repartiendo su legado ya de cuerpo presente.

Demasiada tensión en el ambiente. Se imponía una pausa. 

El debate volvía a arrancar y ahí seguía López como convidado de piedra. Tanto que su persistencia empezaba a ablandar los corazones.

De blanco de todas las burlas, López empezaba a despertar ternura.

Ya no había modo de disimularlo: nos había tocado la fibra.

Hasta el punto de completar la transmutación en el personaje de Los Simpson, el entrañable perdedor Milhouse.

Por mucho que se hayan esforzado, ningún otro de los contendientes habrá dejado una huella tan profunda. Ni Susana Díaz con su "No mientas, cariño"...

... el gazapo portugués de Pedro Sánchez, que mezcló a dos políticos lusitanos, Antonio Costa y Mario Soares...

... el disparadero de eslóganes de la presidenta andaluza y su "tu problema eres tú"...

... o el momento en el que parecía en el que le hablaba a su hijo ...

... y hasta el momento en el que el exsecretario general se reivindicaba, de forma bastante desafortunada, como "parado".

No, nada de todo ello le hace sombra a Patxi López. Lo cual, en un choque de trenes como están siendo las primarias del PSOE, es ya una victoria en sí misma.

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