Forocoches, la comunidad más veterana y gamberra de Internet en España, está decidida a abrirse paso en el espacio político con su particular estilo ofreciendo sus foros a candidatos de todo color con tal de que estén dispuestos a soportar preguntas incisivas, troleos y algún que otro montaje fotográfico. Si hace un par de semanas invitaban a Gabriel Rufián como respuesta a su mención en el debate de investidura de Mariano Rajoy, que les calificó de "escisión" de Ciudadanos, esta vez ha sido el turno de Santiago Abascal, presidente de Vox.

La comunidad online mantiene una relación especial con el partido conservador: de cara al 26-J, el propio Vox presumió de que sus usuarios les daban más votos que al PSOE. Conociendo el sarcasmo que impregna a sus usuarios, nunca ha quedado claro hasta qué punto esta preferencia es irónica, pero Abascal ha preferido tomárselo a buenas saludando a "la comunidad virtual más libre de España" frente a la "prensa adocenada" al someterse a un formato 'AMA' ('Ask me anything').

"A ver qué fotos cuelgas en 2020" - ha contestado, retador, a un forero que le ha mostrado los resultados electorales en los que el Partido Animalista y formaciones sin escaño como UPyD quedaban por delante de su partido. Según Abascal "los vientos de otras latitudes ayudarán a liberarnos de ese yugo de las oligarquías progres" en referencia a los acontecimientos de 2016: el triunfo del 'brexit', el rechazo al plan de paz en Colombia, la victoria de Donald Trump en EEUU y el auge de Marine Le Pen en Francia.

"Trump ha llegado contra todos los medios. El Frente Nacional francés encabeza las encuestas a pesar de las zancadillas de todos los poderes. Ya nadie cree a la prensa. La dictadura de la corrección política está muriendo y será finalmente pisoteada" - ha escrito en una de sus tiradas más inflamadas. "La mayoría silenciada se hará visible tarde o temprano también en España. Llevamos décadas asustados de hablar. Si te sales del carril progre eres directamente fascista, xenófobo, homófobo, machista, retrógrado e incluso racista. No somos nada de eso pero somos miles los que ya no estamos a la defensiva; estamos al ataque".

A instancias de los foreros ha puntuado a los líderes políticos. Únicamente Rivera roza el aprobado con un cuatro, pero considera que no es "ni una sombra de lo que fue". Rajoy merece un tres "por traicionar a su electorado" y Susana Díaz otro tanto como "progre consecuente". Pero es el líder de Podemos, a quien califica de "peligroso Estalinín Mezquitas", quien centra el blanco de su animosidad. Preguntado si le aceptaría "un café con unas tortas" y "una conversación fructífera", contesta lo siguiente:

Rechazaría el café y aceptaría las tortas, que tanto le gustan según dice. Fructíferas, eso sí.

"No soy fascista, soy de Amurrio"

Abascal ha negado que su formación sea de 'ultraderecha', achacando la definición a la "prensa lacaya". Ha desgranado su programa basado en la "unidad de España" que incluye la eliminación de los parlamentos autonómicos. Ha exigido el encarcelamiento de "los separatistas" y la aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía de Cataluña y poner fin al desafío secesionistas. Pide, como dejaron claro con su acción del pasado verano, un 'Gibraltar español'.

En lo social, ha reivindicado los "valores tradicionales cristianos" de su formación pero ha afirmado que "no son un grupo de oración" y por lo tanto dan cabida a "creyentes, agnósticos y ateos". Se ha mostrado a favor de la separación entre Iglesia y Estado; lo contrario, afirma, es de "mahometanos". Está en contra del matrimonio gay y de la adopción de niños por parte de parejas homosexuales pero a favor de las uniones civiles de personas del mismo sexo. "Al Estado no debe importarle lo que hace la gente debajo de las sábanas".

También aboga por una nueva "Ley de violencia en el ámbito intrafamiliar", afirmando que "la denominación de género es terrible y coloca al varón como sospechoso por ser varón". Acusa a Ciudadanos de haberse "acobardado" cuando sugirió una reforma antes del 20-D en esa línea. Echando la vista afuera, aplaude la política migratoria de Donald Trump y saluda el brexit como "defensa de la identidad nacional".

Las referencias a su tierra natal, Amurrio, han tocado la fibra sensible al líder de Vox. "Amurrio es mi pueblo, mi infancia y mi tierra. y Amurrio es España. (...) Cuando a uno le quieren matar se la pela lo que opinen de él los zoquetes ultraizquierdistas que dentro de poco quizá sean unos fachillas". Cuando un forero le ha preguntado a bocajarro si es "un fascista", ha contestado: "No, soy de Amurrio".

También ha habido momentos distendidos, como cuando ha confesado que "con cuatro hijos en casa" no tiene tiempo de ir al gimnasio y saludando los montajes que le ponen a cabalgar sobre un Pokémon rodeado de banderas de España, bromeando - hasta dónde da a entender - con ordenar a todos los militantes de Vox usarlo como salvapantallas. No todos los montajes, sin embargo, le han hecho la misma gracia.

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