Seguro que la has leído en algunos medios estos días o la habéis visto en la televisión. Era una historia tan terrible y conmovedora como perfecta para convertirse en el viral de la Navidad: un niño de cinco años con una enfermedad terminal moría en los brazos de Santa Claus después de que éste acudiese hasta el hospital en el que se encontraba. Sin embargo, la cosa tiene un problema: es falsa o -cuando menos- inverosímil.

La historia estaba protagonizada por Eric Schmitt-Matzen, un ingeniero mecánico de Tennessee de aspecto bonachón, barba blanca y anchas formas que en las navidades se enfunda el traje rojo para trabajar como Santa Claus. Según contó al periódico 'The Knoxville News Sentinel', este año le había tocado vivir uno de los momentos más duros de su vida. Una enfermera requirió su presencia en un hospital para cumplir con el último deseo de un niño que estaba a punto de fallecer. Lo único que tenía que hacer era sentarlo en su regazo, como tantas otras veces.

Según el relato que Schmitt-Matzen contó a los medios, el niño y él mantuvieron una sobrecogedora conversación en la que este Santa Claus le preguntaba de forma inocente cómo era que se iba a perder las navidades. "De ninguna manera te las vas a perder porque tú eres mi duende número uno", le dijo. El niño le contó entonces que se iba a morir y le preguntó cómo sabría cuándo pasaría. Éste respondió que cuando llegara a "ese lugar" dijera que era su ayudante número uno y lo dejarían entrar. El niño, que se encontraba sobre los brazos de este hombre, tuvo tiempo de pronunciar otra frase antes del último suspiro: "Santa, ¿puedes ayudarme?". Según este Papá Noel profesional, el niño murió antes de poder responder.

Eric Schmitt-Matzen vestido de Santa Claus. Facebook

Este martes, después de que la noticia diese la vuelta al mundo, el 'Knoxville News Sentinel' publicaba una nota en la que aseguraba que no se había podido comprobar la veracidad de la historia. "Desde su publicación, el 'News Sentinel' ha hecho investigaciones adicionales en un intento de confirmar independientemente la identidad de Schmitt-Matzen. Ninguna de ellas ha tenido éxito", explica el periódico. 

Según investigaciones realizadas por el Washington Post, en los hospitales de la zona no existe registros de ningún niño que muriese en esas circunstancias. Schmitt-Matzten se ha negado a dar el nombre del niño protagonista de la historia con la excusa de proteger su intimidad. Pero no sólo eso: tampoco ha querido revelar el día que ocurrieron los hechos, el nombre del hospital al que acudió, o el de la enfermera que lo llamó. 

Cuando saltó la noticia, fueron muchas las personas que comenzaron a sospechar de una historia que parecía bastante inverosímil: el niño moría en brazos de Santa Claus, vale, pero ¿dónde estaban sus familiares? ¿Y los médicos? 

Schmitt-Matzten no ha vuelto a dar señales de vida. El 'News Sentinel' ha intentado ponerse en contacto con este Papá Noel profesional a través de diversos mensajes pero no ha sido posible hasta la fecha. 

Noticias relacionadas